El vecino de Sóller de 36 años en prisión provisional desde el pasado martes por una agresión sexual a una joven de 19 años el día anterior durante la celebración de es Firó, tras el simulacro de batalla entre moros y cristianos en la playa de Can Repic, ha recurrido el auto judicial de prisión y pide quedar en libertad. La defensa del detenido solicita que se le imponga una medida menos gravosa como la entrega del pasaporte, la presentación periódica en los juzgados, una fianza o una orden de alejamiento de la denunciante al considerar que el ingreso en la cárcel no se ajusta a derecho, ya que no se cumplen los requisitos legales.

El recurso del acusado detalla que la prisión provisional es una medida excepcional y, en este caso, el hombre cuenta con arraigo en Mallorca y carece de antecedentes policiales. Así, se trata de un vecino de Sóller con familia en la isla, con un trabajo estable y que no es consumidor de drogas ni alcohol. La defensa alega también que no hay riesgo de fuga ni de reiteración delictiva, ya que no es una persona peligrosa, e insiste en su inocencia, como ya sostuvo el propio arrestado ante el juez, quien negó haber tocado a la joven y únicamente admitió que le pintó la cara de negro.

El sospechoso considera que la única prueba que hay contra él es la declaración de la víctima y trata de desmontar su versión al considerar que ofreció datos confusos.

Sin embargo, el auto de prisión del magistrado de guardia de Palma Juan Manuel Sobrino es rotundo. Según el juez, la declaración de la perjudicada fue "clara y convincente", sin incurrir en contradicciones respecto a la denuncia ante la Guardia Civil. El auto destaca que cuatro hombres rodearon y acorralaron a la joven de 19 años en el puente de Can Repic, en el Port. Se empleó "violencia e intimidación" sobre la denunciante, quien fue "humillada y denigrada" en grado extremo.

Además, los tocamientos fueron graves, según el juez, ya que se prolongaron durante espacio de unos cinco minutos. A la perjudicada le tocaron varias partes de su cuerpo: los pechos, los glúteos y la zona vaginal, aunque fuera por encima del pantalón, no pudiendo hacerlo por dentro de la ropa, pese a que lo intentaron bajando con fuerza el pantalón, cosa que no consiguieron por el cinturón que llevaba la chica.

El magistrado detalla que la elevada pena de prisión que prevé este delito permite entender que el detenido, de ser puesto en libertad, podría sustraerse a la acción de la justicia, así como que existe un riesgo de reiteración de la acción delictiva. El auto recalca que los tocamientos y hostigamiento a la víctima duraron unos cinco minutos y ella se sintió "totalmente intimidada y aterrorizada".

Según su versión, el detenido y otros tres hombres la abordaron en el puente de Can Repic y la humillaron diciendo: "Eres un trozo de carne y del bueno", "pues si no me das permiso para tocarte el culo te toco las tetas". Luego, la acorralaron los cuatro varones, dos por delante y dos por detrás, y empezaron a tocarle los pechos y los glúteos. Trataron de bajarle a la fuerza un pantalón corto pero el cinturón que portaba se lo impidió. Intentaron meter la mano por dentro de la ropa y siguieron los tocamientos mientras le pintaban la cara de negro.