Un juzgado de lo penal ha condenado a dos años de prisión a una mujer que circulaba en estado ebrio y atropelló mortalmente a un conductor en la carretera de Manacor, en Palma. El fallo declara a la acusada autora de un delito contra la seguridad vial y otro de homicidio imprudente. La magistrada reprocha a la conductora su "desprecio por las más elementales normas de cuidado", pero tiene en cuenta que la bicicleta de la víctima no llevaba luces ni circulaba por el arcén, sino por uno de los carriles.

La sentencia da por probado que la acusada, de 35 años, conducía un Renault Clio el 10 de mayo de 2015 hacia las seis de la madrugada por la carretera MA-15, pese a haber ingerido bebidas alcohólicas que mermaban sus facultades y reflejos. A la altura del kilómetro 3,5, cerca de Son Llàtzer, la mujer no se dio cuenta de la presencia en su mismo carril de un ciclista que llevaba un chaleco reflectante y lo arrolló.

La víctima, de 45 años, recibió un fuerte golpe contra la luna delantera del coche y posteriormente contra la calzada ,sufriendo un traumatismo craneoencefálico que le provocó la muerte en el acto.

La conductora fue sometida a dos pruebas de alcoholemia, cuyos resultados fueron positivos. La jueza considera "evidente" que el accidente se produjo por la pérdida de reflejos de la acusada por el alcohol ingerido. Según la sentencia, la negligencia de la mujer no puede ser calificada de leve ni de simple descuido, por lo que la considera autora de delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad vial. Además, le retira el carné de conducir durante tres años, lo que conlleva la pérdida de vigencia.

La magistrada impone a la procesada dos años de prisión -frente a los tres que pedía la fiscalía y los cuatro de la acusación particular, al entender que es la pena "adecuada y ponderada" por la gravedad de los hechos y teniendo en cuenta "que el ciclista no llevaba luces y no circulaba por el arcén".