La fiscalía reclama una condena de 13 años de prisión para un hombre por matar de dos puñaladas a un joven en una casa abandonada en la que ambos residían en el Secar de la Real, en Palma, a finales de marzo de 2015. El ministerio público acusa al sospechoso, Juan R.T., español de mediana edad con numerosos antecedentes policiales, de un delito de homicidio.

Además de la pena de 13 años de cárcel, la acusación pública también solicita una indemnización para la familia del fallecido, Esteban Gallego Bertoni, de 24 años. El fiscal, en concepto de responsabilidad civil, pide una compensación de 20.000 euros para la compañera sentimental de la víctima, otros 20.000 para su hermana y 60.000 para los padres.

El juicio por el crimen del Secar de la Real está previsto que empiece el próximo lunes en la Audiencia de Palma. Un jurado popular será el encargado de pronunciarse sobre la culpabilidad o inocencia del encausado, quien permanece en prisión provisional desde la fecha de los hechos.

Según el escrito de conclusiones provisionales de la fiscalía, el homicidio tuvo lugar en la madrugada del pasado 27 de marzo de 2015. Ese día, el acusado, Juan R.T. mantuvo una discusión con Esteban Gallego Bertoni, de 24 años, en una antigua 'possessió' mallorquina situada en la carretera de Establiments, a la altura del kilómetro 3,4 o en la calle Joan Mascaró i Fornés número 43, en la zona del Secar de la Real, en Palma.

En el transcurso de la acalorada disputa, el sospechoso, con la intención de ocasionar la muerte a su contrincante, le asestó una puñalada en el tórax con un objeto cortopunzante de grandes dimensiones, según la versión del ministerio público.

Tras sufrir la primera cuchillada, el perjudicado cayó al suelo. Una vez allí, el supuesto homicida le asestó otra puñalada en el cuello. Como consecuencia de estos hechos, el joven sufrió una herida única de degüello con varias trayectorias y una torácica. Estas gravísimas lesiones le produjeron un shock hemorrágico y la destrucción de centros vitales cervicales y torácicos, que le provocaron su muerte en el lugar de los hechos.

Pese a que el fallecimiento tuvo lugar de madrugada, el crimen no fue descubierto hasta varias horas después. La Policía halló el cadáver a las seis de la tarde. Poco después, el sospechoso fue detenido en la casa abandonada.

La víctima mantenía una relación sentimental con una mujer y además contaba con sus padres y su hermana, por lo que todos ellos tendrán que ser indemnizados, según la fiscalía.

La Policía Nacional localizó a un testigo del crimen, un indigente que también pernoctaba en la vivienda y que confirmó que vio al acusado atacar al joven con un cuchillo.

Este testigo ratificó en los juzgados de Vía Alemania de Palma su anterior declaración ante la Policía Nacional. El hombre apuntó que el móvil del homicidio fueron antiguas rencillas y una enemistad entre los dos indigentes.

Otro morador de la casa abandonada en la calle Joan Mascaró i Fornés, en el Secar de la Real, apuntó a una venganza por parte del imputado por una paliza recibida dos meses antes. Según su versión, Juan R.T. estaba enemistado con Esteban porque dos meses antes el joven le había propinado una gran paliza en las proximidades donde actuaban de aparcacoches, en la zona de Ocimax. En esa ocasión, Juan acabó en el suelo golpeado a puñetazos en diversas partes del cuerpo. Desde entonces, las rencillas entre ambos se hicieron más patentes hasta el día del crimen.

Según indicó el testigo de los hechos, tanto la víctima como el acusado habían bebido abundantemente la tarde y la noche anterior. Juan, un mecánico que acabó en el paro tiempo atrás, iba ebrio cuando llegó a la vivienda del Secar. También solía tomar medicación al estar en tratamiento psiquiátrico, según recordó. El homicidio se produjo de madrugada, cuando aún no había amanecido, tras una discusión entre Juan y Esteban. El indigente explicó que vio cómo el detenido asestaba una primera puñalada en el pecho a la víctima y luego él se metió en su cuarto y ya no presenció nada.