Nueva operación de limpieza de narcos en la Part Forana de Mallorca. La Guardia Civil, con un impresionante despliegue en el que participaron más de un centenar de agentes, perros adiestrados y un helicóptero, desarticuló ayer al menos media docena de bandas distintas dedicadas a la introducción de droga y a su distribución entre los consumidores de distintas localidades de la isla, en especial en Sóller. De ahí el nombre con el que ha sido bautizada la operación: "Valley", en referencia a la localidad de la Vall. El balance de la intervención, todavía provisional, era de una veintena de detenidos y la intervención de al menos un kilo de cocaína en varias partidas y 500 plantas de marihuana en Sineu.

La "operación Valley" es fruto de una larga investigación del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil, que en su fase final ha contado con el apoyo de otros grupos de la Policía Judicial, así como del Grupo Cinológico, con perros adiestrados para detectar droga y dinero; la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic), y un helicóptero.

Los investigadores llevaban meses siguiendo la pista de distintos grupos muy activos dedicados a la venta de droga al menudeo en Sóller, Sineu y Algaida. En concreto, en el municipio de la Vall detectaron varias bandas que se repartían el negocio del tráfico de drogas, en especial cocaína. En Algaida los agentes detectaron la posible existencia de una gran plantación de marihuana, gestionada por una pareja.

Los seguimientos a los que fueron sometidos los sospechosos condujeron a quienes les abastecían: bandas formadas por africanos instaladas en las barriadas palmesanas de Son Gotleu y es Camp Redó. Estas organizaciones se encargarían de introducir la droga en Mallorca, que vendían al por mayor a las bandas de la Part Forana, y estas a su vez la revendían a los consumidores tras repartirla en dosis.

Una vez reunidos una gran cantidad de indicios contra las bandas de narcos, ayer se puso en marcha la fase final de la "operación Valley". La elección de la fecha no fue casual. Este fin de semana Sóller celebra es Firó, y los investigadores pensaban que los narcos habrían hecho acopio de mercancía para hacer frente al incremento de la demanda durante las fiestas.

Más de un centenar de agentes de la Guardia Civil, repartidos en diferentes grupos, irrumpió ayer a primera hora de la mañana de ayer en los casas de los sospechosos. En total los agentes llevaron a cabo catorce registros, la mayoría en Sóller. Sobre las seis de la mañana los guardias de la Usecic derribaron las puertas de los domicilios y sacaron de la cama a los presuntos narcos. Una vez con todos los detenidos esposados y la situación controlada, era el turno de los investigadores de la Policía Judicial y los perros adiestrados, que inspeccionaron detenidamente las viviendas en busca de droga y dinero.

Los registros se llevaron a cabo de forma simultánea en varios domicilios de Sóller y en una casa de la calle Pico Aneto, en Son Gotleu.

Posteriormente, a lo largo de la mañana, las inspecciones se extendieron a otro piso de la calle Cotlliure, en la barriada palmesana de es Camp Redó y a un bar del Port de Sóller, y a la casa de las afueras de Sineu donde se sospechaba que había una plantación de marihuana. La Guardia Civil encontró allí 500 plantas.

El balance provisional de la operación era ayer de aproximadamente un kilo de cocaína, repartido entre distintos domicilios, y el medio millar de plantas.

La Guardia Civil arrestó a unos veinte sospechosos, dieciséis de ellos en Sóller. La cantidad de detenidos obligó a la Benemérita a utilizar un autobús especial para trasladarles a los calabozos de la Comandancia de Palma.