Ni el menor atisbo de resistencia en dos de los barrios más conflictivos de Palma. Corea y Son Gotleu fueron tomados ayer literalmente por la Guardia Civil mientras se producían los registros y las detenciones de los presuntos narcotraficantes en la espectacular redada antidroga.

A primera hora de la mañana se iniciaron los primeros registros de la 'Operación Valley' en Sóller y Algaida. Luego se extendieron a Palma. En concreto a inmuebles de Son Gotleu y Corea.

La expectación no se hizo esperar. Algunos vecinos no podían ocultar su estupefacción por la abrumadora presencia de efectivos de la Guardia Civil. "¿Qué es lo que pasa?", preguntó un residente inquieto al ver a agentes apostados en la puerta de un inmueble de la calle Cotlliure.

Al otro lado de la calle, en el epicentro de Corea, la zozobra era palpable. Muchos residentes no sabían a ciencia cierta si otras casas de esta barriada iban a ser registradas y se iban a llevar a alguno de los moradores detenidos por tráfico de drogas.

El vuelo a baja altura del helicóptero de la Guardia Civil, oteando desde el aire cualquier posible incidente, contribuyó a alimentar aún más la inquietud entre agunos de los vecinos. Varios coches patrulla del Instituto Armado permanecían estacionados en mitad de la calle.

Investigadores del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) del Instituto Armado llevaron el peso de las pesquisas. Los efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) se habían abierto paso por la puerta del piso del principal sospechoso de traficar con droga. Mientras, los guías caninos de la Unidad Cinológica llevaron los perros a escudriñar todos los rincones en busca de la sustancia estupefaciente.

Pasillo de seguridad

El presunto narcotraficante detenido fue sacado por los investigadores para otro registro en pleno Corea. A duras penas, se cubrió el rostro con una cazadora. Numerosos residentes no pudieron reprimir su curiosidad y salieron de sus casas. Mientras, decenas de agentes, con el rostro cubierto con pasamontañas, abrieron un pasillo de seguridad mientras se completaba la diligencia antes de trasladar al arrestado a los calabozos de la Comandancia.

Una escena muy similar se había vivido poco antes en la calle Pico de Aneto de Son Gotleu. Decenas de agentes se desplegaron por la zona para anticiparse a cualquier posible incidente. Mientras tanto, los efectivos del Instituto Armado irrumpieron en un inmueble en busca de droga. Los residentes en el barrio se limitaron a mirar con incredulidad la envergadura de la operación antidroga.