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Seguridad

La falta de policías y guardias civiles retrasa el tiempo de respuesta ante los delitos

Las jubilaciones de agentes no se han cubierto y este déficit de agentes se notará en la Playa de Palma y en el Aeropuerto

Agentes de la Policía Nacional patrullan por la Playa de Palma. b.ramon

Las jubilaciones de policías y guardias civiles no cubiertas y la escasa oferta pública de nuevas plazas en los últimos cinco años, unido a la falta de incentivos para venir a las islas, puede afectar seriamente a la seguridad en Balears ante la inminente llegada de la temporada alta en su máximo esplendor. Pese a los refuerzos estivales, según los sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil, esta merma de efectivos supondrá inevitablemente un aumento del tiempo de respuesta al producirse un delito.

A pesar del actual nivel cuatro de alerta antiterrorista, las principales zonas turísticas de Balears y el aeropuerto de Palma serán los principales afectadas. Todo ello en un año en que se prevé que se pulvericen todos los récords de visitantes en el archipiélago.

Los distintos sindicatos policiales y las asociaciones de la Guardia Civil han hecho hincapié en denunciar los problemas más acuciantes en las islas. En los últimos años han pasado de ser consideradas un lugar idílico para los agentes desplazados a un destino maldito al que nadie quiere venir.

"Tenemos un 20% menos de personal que en los últimos años. Desde que empezó la crisis, no se han cubierto las jubilaciones y lo estamos pagando ahora", subraya José Evaristo Búrdalo, secretario de la Unión Federal de Policía (UFP) en Balears.

A juicio de Búrdalo, este déficit de efectivos va a ser inevitablemente percibido por el ciudadano al denunciar un delito. "La investigación está colapsada por el volumen de trabajo. En la Playa de Palma, con la llegada de los grupos mafiosos, también se va a sentir esta merma", abunda.

Por lo que respecta al aeropuerto de Palma, la falta de efectivos ha sido tan evidente que la misma Jefatura Superior de Policía de Balears reclamó 25 nuevos agentes para tratar de cubrir las bajas. En su lugar, se han mandado once policías y otros 25 en prácticas. Unos diez funcionarios estarán destinados a Eivissa y cinco a Maó.

Pese a estos refuerzos, la implantación del nuevo protocolo de verificación de pasaportes en determinados vuelos fuera del espacio Schengen ha desbordado a los agentes en Son Sant Joan. Los controles mínimos se hacen a los ciudadanos de esta zona. Mientras, los procedentes de países como Noruega o Reino Unido siguen otro procedimiento más minucioso.

"Hay días que llegan 7.000 pasajeros y solo tres agentes que tienen que revisar los pasaportes y pasarlos por ordenador. Hay veces que ni siquiera tiene tiempo suficiente de mirarle a la cara", precisa Búrdalo.

David Pola, secretario en Balears de la Confederación Española de Policía (CEP), califica de "milagro" la llegada de estos nuevos agentes. Muy especialmente dada la actual tendencia a la baja. "Se pretenden dar los mismos servicios al ciudadano con 30.000 agentes menos (a nivel nacional) y es evidente que eso no es posible", precisa. "Se intenta hacer más con menos efectivos. Esta claro que esto no es posible", apostilla.

Pola coincide con Búrdalo de que el origen de esta merma se remonta al hecho de no haber cubierto las jubilaciones de los policías veteranos en los últimos cinco años. Ahí reside una buena parte de estas carencias de efectivos.

Estrés en los policías

A todas estas circunstancias se suma la dificultad para encontrar alojamiento en las islas. En el mejor de los casos, los agentes destinados en Mallorca y, sobre todo, en Eivissa se ven obligados a compartir piso. La dieta asignada a los funcionarios se volatiliza con el solo hecho de pagar el alquiler.

"Al poco tiempo de llegar a las islas se dan cuenta de que no pueden comer con su salario. Todo el sueldo se esfuma y esto genera situaciones de estrés", resalta Pola.

La mayoría de los efectivos de refuerzo estival que llegan a Balears van destinados a realizar tareas de seguridad ciudadana. No obstante, también se desplazan los guías caninos con sus correspondientes animales y la Unidad de Subsuelo.

"A principios del mes que viene nos vamos a encontrar con un problema", vaticina David Pola. Solo los agentes de la Unidad Intervención Policial (UIP) van a un hotel y se adecua la dieta al pago de la habitación.

Zoilo Muñoz, secretario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Balears se manifiesta en términos similares. "Nadie quiere venir", recalca. También abunda en que la escasez de agentes "obliga a hacer un esfuerzo mayor", ya que el número de municipios a vigilar es mayor. No obstante, Muñoz resalta que, pese a las dificultades, "el servicio al ciudadano se le va a dar".

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