El Ayuntamiento de Capdepera manifestó ayer que los cinco niños del colegio s'Auba de Cala Rajada que fueron asistido el miércoles en el centro de salud tras un escape de gas propano en una casa cercana no sufrieron una intoxicación, sino "un cuadro de intolerancia al olor del gas". Según explicó un portavoz municipal, los escolares sufrieron "una exposición muy leve y a larga distancia" a la fuga de gas propano de un depósito, lo que provocó molestias a cinco de ellos.