Un devastador fuego amenazó ayer seriamente a las suntuosas mansiones de Son Vida. La ausencia de cortafuegos y lo escarpado del terreno dificulta sobremanera las tareas de extinción. La frondosidad del terreno, debido a las copiosas lluvias de los últimos meses, amenazan a los habitantes de las lujosas residencias de esta urbanización de Palma y las llamas quemaron 480 hectáreas de pinar. Bajo esta desoladora premisa, se activó ayer un espectacular simulacro de extinción de incendios con la participación de 476 miembros de los servicios de emergencia, encabezados por 151 soldados de la Unión Militar de Emergencias (UME).

Las condiciones climatológicas en las que se desarrolló el ejercicio provocó cierto desconcierto. La intensa lluvia que cayó ayer durante buena parte de la jornada empañó la recreación del incendio forestal en Son Vida. La finalidad de este simulacro era potenciar la coordinación entre las distintas unidades de cara al inminente comienzo de la campaña de lucha contra el fuego en Balears.

El incendio habría alcanzado el nivel 2, cuando el fuego afecta a personas y a bienes inmuebles, esta circunstancia justificó la presencia de los militares de la UME. La gran cantidad de personas desaparecidas durante el desastre hizo imprescindible la presencia de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Bombers de Mallorca, Bombers de Palma, Institut Balear de la Natura (Ibanat), Policía Local de Palma y Calvià, voluntarios de Protección Civil, Salvamento Marítimo, Cruz Roja o Red Eléctrica. A los medios humanos hubo que sumar 130 vehículos y el despliegue de cuatro helicópteros.

El rastreo en busca de desaparecidos capitalizó una buena parte de las actuaciones. Los guías caninos de Guardia Civil, Bombers de Mallorca y Protección Civil condujeron los perros especializados en rescates, Uno de estos animales marcó la presencia de un supuesto cadáver.

Durante las batidas, un submarinista del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se descolgó por un pozo para comprobar que ninguno de los desaparecidos había caído ayer. Otro buceador de la UME también participó en esta misión.

Drones con botiquín

Una de las aportaciones tecnológicas que se utilizaron ayer y se han convertido en imprescindible en estas mastodónticas operaciones conjuntas de rescate son los drones. Algunos de estos aparatos, además de aportar imágenes aéreas tanto diurnas como nocturnas, tienen la capacidad de hacer llegar un botiquín a lugares de difícil acceso donde se encuentran las víctimas.

Un cambio súbito de la dirección del viento atrapó a tres miembros de los servicios de extinción entre las llamas. Los otros efectivos se habían podido guarecer tras los camiones. Ahora su misión era socorrer a las víctimas y evacuarlas en el menor tiempo posible.

Para hacer más creíble este supuesto. bomberos abrieron latas de bengalas de humo, de uso náutico, y una espesa cortina se instaló en la zona. Los servicios de rescate se tuvieron que abrir paso hasta el lugar donde se encontraban las víctimas tras sofocar las llamas . Dos de los heridos fueron evacuados en camilla y el tercero en helicóptero. El simulacro se desarrolló en tres escenarios. El punto de partida fue el acuartelamiento Jaume II, Son Vida y Son Moix, donde se instaló el albergue de supuestos damnificados.

El teniente coronel del Tercer Batallón de la UME con base en Valencia, Javier Moreno, precisó que durante toda la semana llevan trabajando en Palma. "Aunque el día es lluvioso nos hemos centrado en los incendios", apuntó. La delegada del Gobierno en Balears, Maria Salom, abundó en