El rescate de Francesc Gràcia en la Cova de sa Piqueta fue posible gracias a la colaboración de los expertos espeleobuceadores del Grup Nord de Mallorca, al que pertenece el propio Gràcia, y la Guardia Civil, que envió un grupo de submarinistas especializado en rescates en cuevas para apoyar a sus buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). También intervinieron distintos organismos, como Policía Local, Protección Civil y 061. Además, durante la tarde del lunes recibieron numerosas bombonas de aire cedidas por todos los clubs de submarinismo de la zona para poder completar el recorrido bajo el agua, de unos 900 metros, hasta la gruta donde esperaba Gràcia.

Sobre las seis de la tarde, Bernat Clamor, uno de sus compañeros, regresó al exterior con la noticia: había llegado hasta la cueva y había encontrado a Xisco en buen estado. La alegría se desató en el puesto de mando, pero faltaba la última parte, el rescate.

Un submarinista de la Guardia Civil y otro experto en espeleobuceo salieron a las siete con bombonas de repuesto para Gràcia. Previamente, los compañeros del Grup Nord ya habían dejado botellas de aire en distintos puntos del recorrido. Inicialmente se calculó que necesitarían unas tres horas para cubrir los 900 metros de galerías, llegar a la gruta y volver con Grácia. Finalmente tardaron cinco horas. Gràcia salió de la cueva por su propio pie.