"Estamos destrozados", manifestó ayer un familiar de la joven hallada muerta el miércoles junto con su hija en un establo de la finca Son Granada, en Llucmajor, cuando acudió junto con otros allegados a los juzgados de Vía Alemania de Palma.

Media docena de familiares se congregó a las puertas de la sede judicial al mediodía. Todos ellos estaban consternados, rotos por el dolor. Entre ellos, se encontraba el padre de la niña de 18 meses fallecida. El joven no podía reprimir las lágrimas, se aferraba a una pequeña mochila con forma de mariposa y una y otra vez miraba varias fotografías de su hija.

Junto a él, estaba la madre de su pareja Raquel Martín, también fallecida, conmocionada por lo ocurrido. Varios familiares de la joven han viajado a Mallorca desde Canarias y desde el extranjero expresamente para hacerse cargo de la situación.

En la entrada de los juzgados ayer se vivieron momentos de sufrimiento con sollozos y rostros abatidos. Incluso fue necesario que un forense se acercara a atender a los afectados.