El susto más grande del mundo termina con final feliz. Los milagros existen para los padres del niño de 18 meses que se asfixió con la cuerda de un juego infantil en la guardería en Cala d'Or, el pasado 21 de marzo, y que hoy está a punto de volver a casa, según ha informado su familia.

Tener hambre es el mejor síntoma de haber recuperado la salud. El bebé ha tomado su biberón y "ya ha comido frutas, queso, galletas y mucha más leche", han comunicado a través de Facebook a sus vecinos y amigos.

El médico lo encuentra tan bien que quiere autorizar su alta. "Si no es hoy, es mañana, seguro", dan parte de las últimas noticias a toda la gente que les dio ánimos y apoyo para afrontar el percance.

"Esta tarde estamos en casa, en el mejor pueblo del mundo", es el mensaje que ha hecho suspirar de alegría y agradecimiento a todos. Solo queda poner fecha a la fiesta prometida.

Cabe recordar que el pequeño se asfixió con la cuerda de un juego infantil de escalada en una guardería de Cala d´Or, en Santanyí, el pasado 21 de marzo a las doce del mediodía. La cuidadora encontró al pequeño, que compartía aula con otros diez niños, inconsciente con la cuerda enrollada en el cuello. Cuando se dio cuenta, el niño ya estaba inconsciente.

Lo liberó y lo trasladó a toda prisa al centro de salud más cercano, donde fue sometido a prácticas de reanimación y lograron estabilizarlo. Posteriormente una ambulancia trasladó al pequeño al hospital de Son Espases, donde quedó ingresado en la UCI pediátrica con pronóstico reservado.