Un juzgado penal de Palma ha condenado hoy a un joven a un año y medio de prisión por herir a cuchilladas a otro hace apenas dos semanas en un locutorio de Inca. El sospechoso, de 20 años y origen sudamericano, se encuentra encarcelado por otro apuñalamiento reciente, también en la capital de es Raiguer. Hoy por la mañana ha confesado los hechos ante la juez, que ha dictado sentencia 'in voce' por un delito de lesiones con arma.

La fiscalía ha rebajado su petición de pena al apreciar la circunstancia atenuante de reparación parcial del daño, ya que el agresor ha consignado 600 euros en concepto de responsabilidad civil para el perjudicado. El muchacho se ha mostrado conforme con la condena y se ha declarado responsable de los navajazos. Así, la magistrada le ha impuesto un año y seis meses de cárcel, la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima y también de acercarse al locutorio donde ocurrieron los hechos por un periodo de tres años y, por último, ha fijado una indemnización de 1.190 euros, de los que 600 ya los ha adelantado.

El acusado se ha mostrado preocupado para pagar la compensación y ha preguntado si la podía abonar poco a poco, de forma fraccionada. "Es que yo no trabajo, lo paga todo mi madre", ha indicado durante la vista oral.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado 18 de marzo, sobre las siete y media de la tarde, en un locutorio ubicado en la plaza Orient, en Inca. El perjudicado se encontraba chateando con su teléfono móvil en el local cuando entró el sospechoso. Este último le preguntó que de dónde era él, a lo que le respondió que era marroquí. Acto seguido, el acusado se introdujo en el establecimiento y, poco después, al salir le atacó de forma sorpresiva con una navaja que llevaba en una mano. La víctima trató de protegerse, se encogió y resultó herido en una pierna. Una de las cuchilladas le alcanzó en el muslo, mientras que otra puñalada por suerte impactó en su cartera, un billetero que llevaba en el bolsillo del pantalón.

El agresor salió del locutorio a la calle esgrimiendo el arma blanca. Cuando tratataba de huir, fue detenido por los alrededores en la localidad de Inca. Por su parte, el joven herido fue derivado al hospital de Inca. Allí recibió asistencia médica. El navajazo que sufrió no era grave y fue dado de alta. Dos días después del arresto, el acusado salió en libertad y se le dictó una orden de alejamiento. Poco después, el sospechoso se vio implicado en otro apuñalamiento y esta vez sí que acabó ingresando en prisión por orden judicial.