La Audiencia de Palma ha juzgado esta mañana a un hombre por violar a una prostituta a la que contrató en la zona de la Porta de Sant Antoni en octubre de 2014. El acusado, de 43 años y de origen rumano, ha negado haber forzado a la mujer y ha alegado que acordaron un servicio sexual completo por 30 euros. Según su versión, ambos tuvieron sexo vaginal y anal, como habían pactado, en su domicilio en la calle Manacor, en Palma. "Hacemos sexo, le pago 30 euros y ella se va. Luego, viene la Policía", ha recordado el sospechoso.

La fiscal ha pedido una pena para el procesado de ocho años de prisión por un delito de agresión sexual y una indemnización de 30.300 euros por las lesiones y los daños morales causados. Por su parte, el abogado defensor Gaspar Oliver ha solicitado la libre absolución de su representado al argumentar que no hay prueba de cargo, ya que la víctima no ha comparecido en el juicio, cuenta con un largo historial de denuncias por violación y no hay lesiones en sus brazos y en la cadera. Además, el letrado ha detallado que la leve erosión que presentaba la mujer en el ano podía habérsela causado ella misma al limpiarse, como han reconocido hoy dos forenses.

La perjudicada no ha asistido a la vista oral. Varios policías han coincidido al señalar que la mujer se hallaba nerviosa, alterada y preocupada cuando les requirió la noche del 14 de octubre de 2014. Los agentes han señalado que ella les explicó que había sido forzada en casa del acusado. "Nos dijo que él la agarró, la giró, la sujetó y la forzó en su domicilio", ha apuntado un policía.

El acusado ha negado haber agredido sexualmente a la prostituta: "No la forcé, todo es mentira, lo juro por Dios, miren ahí la Biblia". En el turno de la última palabra, ha insistido: "Todo es mentira, creo que ella lo ha hecho por dinero. Lo he perdido todo, mi familia". El hombre llevaba en el juicio un ejemplar de la Biblia, que ha dejado en el banquillo. El caso ha quedado visto para sentencia.