Fuentes municipales insistieron ayer en que durante la muerte de un detenido en el cuartel de la Policía Local de Palma en Sant Ferran "se han cumplido todos los protocolos en los calabozos". Desde el Consistorio se insistió en que se realizó un minucioso visionado de las cámaras de seguridad para verificar que el comportamiento del agente encargado de la custodia había sido correcto. También recalcó los grandes esfuerzos que había hecho el funcionario para intentar reanimar a la víctima y el aviso a las asistencias sanitarias. En este sentido, desde el Ayuntamiento de Palma señalaron que las grabaciones de las cámaras de videovigilancia serán remitidas a la Policía Nacional para que complete la investigación.

Durante la detención del corpulento individuo, tres agentes de la Policía Local sufrieron lesiones de carácter leve. Fueron trasladados a la Mutua, donde fueron asistidos y el facultativo les dio una semana de baja. El sujeto fallecido en los calabozos de Sant Ferran tenía una gran corpulencia y su peso rondaba los 120 kilos. Un total de cuatro policías tuvieron que reducirle.