Dos jovenes africanos, uno natural de Mali y otro originario de Guinea Ecuatorial, han denunciado a un local del Paseo Marítimo de Palma por negarles la entrada la madrugada del domingo "por ser negros". La Policía Local se personó en el establecimiento y ha iniciado una investigación para determinar si los hechos fueron constitutivos de un presunto delito de incitación al odio racial.

Los hechos ocurrieron sobre las dos menos veinte de la madrugada del pasado domingo en un establecimiento de la avenida de Gabriel Roca de Palma. Dos jóvenes africanos pretendían entrar cuando el portero les negó el paso. El vigilante argumentó que "tenían reservado el derecho de admisión" para prohibirles el acceso.

Los clientes subsaharianos interpretaron esta restricción como una discriminación por motivos raciales y lo denunciaron a la Policía Local. Una patrulla se personó poco después en el lugar. Las víctimas comentaron a los agentes que siempre les restringían la entrada en dicho establecimiento "cuando vamos solos. Las veces que hemos ido con amigos blancos nos han dejado pasar".

Los agentes, por su parte, se entrevistaron con el portero para que les explicara los motivos por los que había impedido el acceso a dos personas de raza negra en el local. A excepción de la raza, ni su comportamiento ni su indumentaria difería del resto de clientes del establecimiento. "Hace tiempo que se están produciendo robos en el local. Ellos no beben, no bailan y no hablan con nadie. Sospechamos que sean ellos los que roban", sentenció el empleado sin aportar ninguna prueba.

Los policías incoaron un acta en ese instante por una presunta infracción administrativa, ya que el derecho de admisión ha de estar justificado. También han remitido el caso al Servicio de Atención a los Delitos de Odio e Intolerancia (SADOI) de la Policía Local para que determine si estos hechos son constitutivos de un delito de racismo.