El juicio que se inició el miércoles contra un jubilado por abusos sexuales a su sobrina de entre dos y tres años en Palma en 2013 y 2014 quedó ayer al mediodía visto para sentencia en la Audiencia de Palma. El acusado, de edad avanzada, mantuvo su inocencia el primer día. Su abogada defensora solicitó su libre absolución. Mientras, la fiscal reclamó una condena de cinco años de prisión por un delito continuado de abuso sexual, además de 20.000 euros de indemnización por daños morales y la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima por un periodo de diez años.

El sospechoso aprovechó el turno de la última palabra para destacar que varias manifestaciones efectuadas por los testigos durante el juicio eran inciertas.