La investigación judicial sobre la muerte de Fátima, tras ser intervenida el pasado 6 de marzo de una liposucción en una clínica de Palma, centra las pesquisas en averiguar los motivos de la tardanza en el traslado a Son Espases de la víctima.

La paciente ingresó en el quirófano sobre las ocho y media de la mañana del pasado lunes 6 de marzo y no salió hasta las cuatro de la tarde. Al parecer, la mujer, de 45 años, sufrió una parada cardiorrespiratoria. Sin embargo, el traslado en ambulancia hasta el hospital de referencia de Balears no se ordenó hasta las seis y media de la tarde.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, el juez José Castro, trata de reconstruir pormenorizadamente cómo se produjo la intervención quirúrgica para determinar qué es lo que falló en dicha operación de liposucción.

Hasta el momento, la auopsia practicada al cadáver de la víctima ha determinado que la muerte se produjo porque una bola de grasa se introdujo en una arteria y le llegó al pulmón.

El hijo mayor de la víctima, de 19 años, acudió ayer al Juzgado para entrevistarse con el juez. El vástago expresó a Castro su intención de trasladar a su madre a Marruecos para enterrarla. El magistrado le confirmó que podría hacerlo en cuanto concluya la investigación forense y toxicológica.