La prisión de Palma se ha convertido en un auténtico polvorín. Los funcionarios denuncian haber sufrido 29 agresiones a manos de presos en el último año, lo que sitúa al Centro Penitenciario de la capital balear a la cabeza de estos incidentes en todo el Estado. Mientras, numerosos reclusos se quejan de haber recibido maltrato por parte del personal entre rejas.

De acuerdo con una denuncia del sindicato Comisiones Obreras, entre los meses de julio a septiembre de 2016 se concentraron el número de agresiones a funcionarios en la cárcel palmesana, con un total de dieciséis.

Según la organización sindical, hay diversos factores que explican el significativo aumento de la violencia en la prisión de Palma. En este sentido, abundan en el déficit de la plantilla, que lo sitúan en un 12%. Mientras, las vacantes en áreas donde desempeña su trabajo el personal laboral se disparan hasta el 50%. A este hecho se sumaría también la ausencia de tratamiento para la enfermedad mental en el penal palmesano.

Así, el pasado sábado cuatro funcionarios de la cárcel de Palma resultaron heridos al ser atacados por un preso, considerado conflictivo y peligroso. El recluso se atrincheró en una celda del módulo de Enfermería desde donde les increpó. Cuando los empleados públicos intentaron irrumpir en la mazmorra, pertrechados tras los escudos reglamentarios, el interno les arrojó un televisor.

A continuación, les atacó a base de puñetazos y patadas. Los cuatro funcionarios resultaron heridos con erosiones antes de conseguir reducirle. En este caso, el sindicato CSIF denunció la falta de medidas de seguridad en la prisión de Palma para afrontar situaciones como esta.

La tensión en el Centro Penitenciario de Palma ha ido en aumento en los últimos meses. Así, la exdirectora, Andrea Romero, apenas permaneció tres meses en el cargo antes de darse de baja y ser cesada. Al parecer, había mantenido un abierto enfrentamiento con determinados funcionarios.

Mientras, algunos presos han denunciado supuestas palizas a manos de hasta una decena de funcionarios. Desde la dirección del centro penintenciario se han negado a dar explicaciones sobre estos hechos, pese a las peticiones hechas por este diario.