Acoso sistemático. Así han descrito los responsables de al menos tres iglesias de Palma la situación que llevan sufriendo desde hace meses, con pintadas anticlericales, pegatinas insultantes e incluso la interrupción de una misa por la irrupcción de un grupo de jóvenes que coreaban consignas. La recientemente creada Unidad de Delitos de Odio de la Policía Local de Palma ha constatado que se trata de un fenómeno extendido a varios templos católicos de la ciudad.
La Unidad de Delitos de Odio de la Policía ha iniciado una serie de contactos con asociaciones y representantes de distintas confesiones religiosas presentes en la ciudad, y ha descubierto que varias iglesias católicas llevan meses sufriendo actos de acoso. Uno de los más graves ocurrió el pasado noviembre, cuando varios encapuchados lanzaron una decena de huevos rellenados con pintura contra la fachada de la iglesia de Santa Creu, en el Baluard de Sant Pere. Estas personas grabaron en vídeo el acto vandálico y lo colgaron en internet, explicando que lo hicieron para protestar por una misa en memoria de Franco. Las marcas en el histórico edificio del siglo XIV aún siguen visibles, ya que las tareas de limpieza son muy complicadas.
Las gestiones policiales han puesto de manifiesto que no se trató de un caso aislado. La unidad policial ha elaborado un informe judicial por otras pintadas ofensivas junto a la iglesia de Santa Magdalena, en la barriada de Sant Jaume, y en los muros del vecino convento de las Jerónimas.
Allí apareció una pintada que rezaba: Menos rosarios en nuestros ovarios, así como un dibujo de una cruz en llamas. En la iglesia de Sant Sebastià, en la calle Rafael Rodríguez Méndez, realizaron otra pintada de grandes dimensiones que decía: Nuestro cuerpo es nuestro y hacemos lo que queremos.
Los responsables de estas dos parroquias han denunciado a la Policía que el acoso que sufren es continuo. Explican que encuentran con mucha frecuencia unas pegatinas con el texto Stop mierda en las puertas de acceso a los templos y a las rectorías. Estas pegatinas son también visibles en otras iglesias, como la de Nuestra Señora del Socorro o la misma Santa Creu.
La inspección realizada por la Policía ha descubierto que estas pegatinas conviven con otras inscripciones de carácter xenófobo y neonazi, como esvásticas, cruces celtas o el lema Stop inmigración. En Sant Sebastià han grabado en la piedra la palabra skinhead.
Las indagaciones de la Policía han permitido descubrir un incidente ocurrido hace unos dos meses que no había sido denunciado. Un grupo de jóvenes irrumpió en la iglesia de Santa Magdalena en plena celebración de una misa coreando consignas anticlericales, lo que obligó al sacerdote a interrumpir el oficio. Cuando el grupo salió, la madre superiora de las Jerónimas les siguió para reprocharles su acción y fue increpada por ellos. El grupo volvió a entrar en la iglesia e interrumpió otra vez la misa.
La Policía Local y la Policía Nacional mantienen investigaciones para identificar a los responsables de estas acciones. Recuerdan que podrían ser constitutivas de un delito de odio, penado con entre uno y cuatro años de cárcel.
