Una de las acciones anticlericales más sonadas realizadas en Palma ocurrió en la iglesia de San Miquel, cuando un grupo de activistas irrumpió en mitad de una misa el 9 de febrero de 2014 coreando consignas contra la reforma de la ley del aborto. Cinco jóvenes fueron condenados en octubre del año pasado a una pena de un año de cárcel como autores de un delito contra la libertad religiosa.
La sentencia consideró que la acción provocó "temor, nerviosismo y afectacción" a los asistentes al oficio religioso. Los condenados han recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo.
