El incendio declarado ayer por la mañana en ses Feixes, una extensa zona húmeda cubierta de cañaveral en la entrada de la ciudad de Eivissa, quedó estabilizado por la tarde. El espectacular fuego, con llamas que alcanzaron cinco metros de altura, provocó el desalojo de un okupa que reside en la zona, aunque no hubo daños personales.

El incendio obligó a cortar el tráfico en el primer cinturón de ronda, provocando retenciones de tráfico. También destruyó cinco vehículos que estaban estacionados en la zona.

El inquilino desalojado, Joe Gana, de origen ganés, vive de okupa en un inmueble y precisamente esa mañana había acudido a los juzgados por el proceso que se ha iniciado para desalojarle.

Los bomberos y los servicios de emergencia seguían trabajando para sofocar las llamas, que llegaron a superar la avenida de Santa Eulària, a la altura de la rotonda de Pachá. Los efectivos de emergencias tuvieron que trasladar los vehículos de un taller próximo para evitar que las llamas afecten a los vehículos. Los efectivos tuvieron que regar las embarcaciones que hay en un varadero cercano.

Ses Feixes se encuentra pegado a la ciudad, por lo que las grandes llamas y la enorme humareda provocaron una gran alarma. El humedal se encuentra en un estado de abandono preocupante desde hace años, y estaba poblado por un cañaveral de gran tamaño, que actuó como combustible para que las llamas alcanzaran gran altura.

El alcalde de Eivissa, Rafael Ruiz, acudió al lugar al mediodía y explicó que había visto avanzar el incendio desde su despacho de Can Botino, en Dalt Vila. Según comentó0, las llamas recorrieron en diez minutos todo el frontal de ses Feixes que linda con el primer cinturón de ronda.