La fiscalía reclama una condena de 16 años de prisión para un pederasta alemán por violar en varias ocasiones a un menor en su domicilio en Palma a lo largo de 2015. El procesado, de 42 años, trabajaba en una ONG, un comedor social de la ciudad, donde estaba en continuo contacto con menores, ya que al lugar acudían familias sin recursos. También hacía de profesor de alemán por su cuenta. Se aprovechó de su labor en esta entidad solidaria para cuidar a un adolescente de 14 años, al que había acogido en su casa e intentaba ejercer sobre él una relación paternal como si fuera su padre. La madre del muchacho vivía sola con otra hija de ocho años en un lugar muy pequeño y atravesaba por problemas económicos, por lo que por este motivo el niño acudía asiduamente a la vivienda del sospechoso. El perjudicado dormía en la misma cama que el hombre y supuestamente fue agredido sexualmente varias veces. Además, el procesado le hacía ver vídeos pedófilos y pornográficos, según el fiscal.

El germano cuenta con una condena anterior de nueve años de cárcel por abusos sexuales, utilización de menores con fines pornográficos, exhibición y difusión de material pornográfico y tráfico de drogas. Fue sentenciado en 2003 y estuvo cumpliendo la pena hasta 2011. Cuatro años después, en febrero de 2015, la condena le fue cancelada.

En esas fechas, entre enero y diciembre de 2015, convivió casi a diario con un adolescente de entre 13 y 14 años en su domicilio en la calle Reyes Católicos y luego en Son Gotleu, en Palma. En este segundo inmueble, el menor acudía a pernoctar y estar preferentemente los fines de semana.

La madre de la víctima tenía problemas económicos y de espacio y además se encargaba de cuidar a otra hija de ocho años. Por esta razón, el alemán acusado pasó a hacerse cargo del adolescente, le acogió en su casa y trató de ejercer como un padre.

Durante esa época, el procesado y el menor dormían juntos en la misma cama y la mayor parte del tiempo estaban los dos solos en las viviendas. Según el fiscal, el hombre le ponía vídeos de pornografía infantil y hacía que ambos se masturbaran con las escenas que veían. El sospechoso no empleaba la fuerza física con el adolescente, pero sí le intimidaba dicendo que si se negaba a hacerlo no volvería más a su casa, le haría mucho daño a su hermana y mataría a su madre. El pequeño accedía a sus requerimientos y volvía al domicilio por el miedo que sentía y la preocupación de que a su madre y hermana les ocurriera algo malo, según la acusación.

En numerosas ocasiones ambos se realizaban tocamientos íntimos y el adulto le hizo felaciones al menos tres veces cuando el menor dormía. El encausado también le pedía de forma insistente tener relaciones completas, pero la víctima se negaba. Al final, un día, el adolescente, tuvo sexo con el hombre ante su insistencia y el miedo que sentía por las frases con intimidaciones que le repetía, según la versión del fiscal.

El juicio contra el pederasta germano está previsto que se celebre la próxima semana en la Audiencia de Palma. El hombre está acusado de un delito continuado de agresión sexual y otro de exhibición de material pornográfico de menores. El fiscal también pide 20 años de alejamiento al acusado, cinco años de inhabilitación para trabajar con niños, ocho años de libertad vigilada y 12.000 euros de indemnización.