Un juzgado de Palma condenó ayer a una mujer de origen cubano a una pena de multa por destrozar, junto con otros dos compatriotas armados con un cuchillo de grandes dimensiones y un palo de madera, una tienda en el barrio de Son Gotleu donde habían sido estafados al comprar unos billetes de avión que resultaron ser falsos.

Los hechos ocurrieron en febrero de 2014 cuando los tres sospechosos, dos de ellos familiares, irrumpieron muy exaltados en el comercio para exigir el dinero que les habían defraudado anteriormente. Con un palo de madera rompieron la puerta de entrada de cristal del establecimiento y conminaron a punta de cuchillo a la propietaria del local a que les entregara el dinero.

Dos de los encausados se encuentran en situación de rebeldía y ayer no comparecieron en el juicio. Mientras, la tercera implicada, una mujer cubana de mediana edad, se presentó en la vista oral y confesó los hechos. Su abogado defensor alcanzó un pacto con el fiscal, que rebajó considerablemente la pena. La sospechosa se declaró responsable de un delito de realización arbritraria del propio derecho y aceptó una pena de multa de seis meses con una cuota diaria de tres euros.

En concepto de responsabilidad civil, la mujer se conformó con el pago de una indemnización de 135 euros a la perjudicada por los desperfectos ocasionados en su local.

Tras reconocer los hechos, la magistrada dictó sentencia ´in voce´ contra la encausada. El fallo es firme, ya que las partes informaron de que no interpondrán ningún recurso.

Inicialmente, la fiscalía solicitaba para ella una condena de cuatro años de prisión por un delito de robo con intimidación y uso de armas, si bien ayer rebajó su petición a una multa por realización arbitraria del propio derecho.

Los hechos se remontan al pasado 12 de febrero de 2014, sobre las siete y media de la tarde, cuando los tres intrusos, ataviados con un cuchillo y un palo de madera, rompieron la puerta de cristal de un comercio situado en la calle Tomás Rul·lan en Palma. Así, irrumpieron en el establecimiento y uno de los sospechosos esgrimió el arma blanca y se la colocó en el cuello a la propietaria del local. Acto seguido, le dijeron gritando "Money, dinero, yo te voy a matar".

Los sospechosos le exigían el dinero que pagaron por unos pasajes de avión al extranjero que no pudieron difrutar. Por estos hechos, los responsables de la tienda fueron condenados por estafa.