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Avería

El módulo de mujeres de la cárcel lleva un mes sin agua caliente ni calefacción

Una avería, que ha afectado desde enero a varias zonas, mantiene a las reclusas sin servicios básicos

Vista del centro penitenciario de Palma, en la carretera de Sóller. B. RAMON

Unos 150 presos de la cárcel de Palma llevan un mes sin suministro de agua caliente ni calefacción por una avería. La incidencia ha afectado desde enero a varias zonas del centro penitenciario y persiste todavía en el módulo de mujeres y la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE). La falta de estos servicios básicos ha provocado las quejas de varios afectados ante la dirección de la prisión. "Es inhumano que en invierno pasen frío en las celdas y tengan que ducharse con agua fría", explica la madre de una interna, "impotente" por la falta de soluciones.

El origen del problema es la rotura de una pieza a mediados de enero, según han explicado fuentes del centro penitenciario. La avería, todavía pendiente de reparación, ha afectado tanto al sistema que nutre a los módulos de agua caliente como a la calefacción de las celdas y las zonas comunes.

Los técnicos han podido reparar la incidencia en casi todas las zonas afectadas, salvo en dos. El módulo 7, que acoge a todas las mujeres encarceladas, tanto con condenas firmes como en prisión preventiva, y la UTE, donde residen los internos con problemas de drogadicción que han dedicido desintoxicarse y siguen un programa específico para lograrlo.

En estas dos áreas, unos 150 presos se ven obligados desde que se produjo la avería a ducharse con agua fría y no disponen de calefacción en sus celdas, lo que ha provocado quejas de los internos. "Este trato es inhumano. Llevan un mes duchándose con agua fría y pasando frío en las celdas. Es injusto. Ya es suficiente condena estar privados de libertad, no tienen por qué vivir en estas condiciones", explica la madre de una interna que asegura sentirse "impotente" por la falta de respuesta del centro penitenciario a las quejas de los afectados. Según esta allegada, los responsables de la cárcel llevan semanas asegurando que el problema está a punto de resolverse. "Lo que hacen es darles largas, pero cada vez que voy a verla está más indignada porque parece que les están tomando el pelo. La situación empieza a ser insostenible", cuenta la familiar de la presa.

Este diario se ha puesto en contacto en los últimos días con la secretaría general de Instituciones Penitenciarias, dependiente del ministerio del Interior, y con la cárcel de Palma para recabar información sobre la avería y el plazo previsto para subsanarla, sin obtener ninguna respuesta a la petición.

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