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Entrevista

El propietario del bar: "No soy racista. Desprendía un olor muy fuerte que no se podía aguantar"

El dueño del local reconoce que su personal instó al africano a que se fuera por las quejas

El dueño del establecimiento del Paseo Marítimo del que fueron expulsados la madrugada del pasado sábado dos jóvenes cameruneses niega categóricamente que tuviera una motivación racista a la hora de adoptar esta decisión. No obstante, asegura que esos dos clientes africanos, en especial uno de ellos, "desprendía un olor muy fuerte que no se podía aguantar".

"De racista no tengo nada", subraya. "En mi local hay blancos, amarillos y negros. Tengo contratado personal de color y esa misma noche había alguno trabajando", abunda.

Pese a esta divergencia abismal con los denunciantes, el propietario del establecimiento coincide con los jóvenes africanos en señalar que la motivación para expulsarlos del local fue su supuesto olor corporal.

"La gente se iba a marchar. Se estaba quejando en las terrazas y decían '¡huele, huele!' y había que hacer algo", explica. "Cuando ocurren estas cosas, una vez que se corre la voz, lo más probable es que no vuelvan más", insiste.

A pesar de ordenar su expulsión, el dueño resalta en todo momento que esta decisión no respondió a racismo. "El portero les abrió la puerta y les franqueó la entrada. Permanecieron más de una hora dentro del local. Si fuera verdaderamente racista, no habrían entrado", recalca.

Asimismo, el empresario del conocido bar del Paseo Marítimo hace especial hincapié en que no eran las únicas personas de raza negra que se encontraban en esos momentos en el establecimiento. "Había otros clientes de color y un empleado", precisa.

Sin embargo, según la versión del propietario del local, las protestas entre algunos de lo asistentes fueron en aumento hasta que se le conminó al joven camerunés a abandonar el bar. "Al principio todo era correcto y nadie se había quejado. Creo que debía tener un sudor muy fuerte y nadie podía parar a su lado", resalta.

El dueño de este establecimiento se muestra resignado a tener que acudir a los tribunales después de conocer que los dos jóvenes africanos habían interpuesto una denuncia contra él. La Policía Local de Palma ha abierto una investigación por un presunto delito de incitación al odio en relación a este caso.

"Me gusta la educación"

"Llevo diez años al frente de este local en el Paseo Marítimo y nunca he tenido ningún problema parecido. Si se ven las fotografías que tomamos todas las noches y que enseñamos en la pantalla, siete de cada diez personas son negras", insiste.

Pese a la investigación abierta por este presunto delito de incitación al odio, el dueño de este conocido bar de copas no da en absoluto su brazo a torcer y respalda el comportamiento de su personal. "Considero que mis empleados actuaron bien. Llevan años trabajando allí y me gusta la educación. Cuando hubo quejas, se les dijo que se tenían que ir".

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