Dos mujeres, madre e hija de 57 y 33 años, han sido detenidas por la Policía Nacional de Manacor como presuntas responsables de un robo con violencia a una anciana de 84 años, a la que convencieron para que se subiera con ellas a un coche. La víctima, que camina con un andador, relató que la llevaron a un descampado y allí la golpearon, la desvalijaron y la dejaron abandonada. Los investigadores imputan a las detenidas varios asaltos cometidos en la capital de Llevant mediante el denominado "hurto amoroso", en el que los ladrones engatusan a la víctima con abrazos y caricias, mediante los que les sustraen las joyas. Se da la circunstancia deque las dos detenidas formaban parte de una banda organizada de claveleras que fue desarticulada hace unos años en Palma, y tienen en vigor una orden judicial que les impide acercarse a menos de 500 metros del centro de Palma.

El delito más grave que les imputa ahora la Policía se perpetró a mediados de diciembre. Las dos mujeres abordaron a una anciana de 84 años que iba en andador por el centro de Manacor. La engatusaron hasta ganarse su confianza y la convencieron para que se subiera con ellas a un coche, con el que la acercarían de regreso a su residencia. Sin embargo, se dirigieron hacia las afueras de la ciudad con la excusa de que tenían que dar de comer a unas gallinas. La llevaron a un descampado y allí le robaron las joyas y el dineo que portaba. La anciana declaró que cuando intentó resistirse le dieron "empujones y golpes por todas partes". La dejaron allí, sola y desorientada. La mujer tardó media hora en llegar a una calle que conocía.

La Policía Judicial atribuye a la más joven de las mujeres otros asaltos a ancianas que se han cometido en los últimos tiempos en Manacor, mediante el método del "hurto amoroso". El último ocurrió el 9 de febrero. Una joven abordó a una mujer mayor en la calle y la trató con gran confianza, como si la conociera. Le explicó que le tenían que operar del cuello y le señaló esa zona a la mujer. Cuando se marchó, la anciana se dio cuenta de que le había sustraído el collar.

Los investigadores de la Policía Judicial tenían a las sospechosas identificadas. El pasado jueves uno de los agentes, que estaba libre de servicio, vio a la madre por la calle. El policía la siguió al tiempo que avisaba a sus compañeros, que la arrestaron en la entrada de Petra. Su hija fue detenida al día siguiente.

Las dos mujeres formaban parte de una banda de claveleras que fue desarticulada hace pocos años en Palma, y tienen una orden judicial que les impide acercarse a menos de 500 metros del centro de la ciudad