La sentencia del caso detalla que el adolescente de 14 años que sufrió la extorsión tuvo mucho miedo por las amenazas, incluso de muerte, que el acusado utilizó para hacerse con el botín de 18.000 euros. Según considera probado el fallo, el joven intimidó a la víctima, tanto en persona como a través de llamadas teléfonicas, con frases como "Te cortaré las piernas, iré a por tu madre, si me denuncias, cuando salga de la cárcel te mataré".

Esta situación se prolongó durante tres meses, hasta que los hechos fueron denunciados y el sospechoso fue detenido por la Policía Nacional. Para entonces había logrado ya que un amigo del menor y este sustrajeran dinero en efectivo y varios objetos de valor del domicilio del padre de uno de ellos y se lo entregaran.