El fiscal mantuvo ayer su petición de condena de 51 años de prisión para los dos acusados del asalto mortal en el chalé del Port de Pollença en el que falleció el dueño de la casa, un suizo de 78 años que sufrió una tremenda paliza y fue maniatado con bridas, en las navidades de 2013. El ministerio público ha solicitado para cada uno sendas penas de 25 años y medio de cárcel por homicidio, robo con violencia en grado de tentativa, detención ilegal y robo con fuerza en casa habitada en grado de tentativa. Para un tercer implicado, un joven de 23 años, reclama dos años de prisión por el primer asalto frustrado ocurrido la madrugada del 24 de diciembre de 2013 en la vivienda situada en la carretera vieja de Síller, en el Port de Pollença.

El fiscal, al realizar sus informes en la tercera sesión del juicio en la Audiencia de Palma, destacó que los sospechosos utilizaron el mismo 'modus operandi' al entrar dos veces en el chalé. Según su versión, arrojaron sobrasada con una sustancia tóxica a los perros para "adormecerlos o atontarlos". Por ello, el día 27 de diciembre, cuando se produjo la brutal agresión al morador suizo, se encontró un trozo del embutido en mitad del porche de la casa. "Esa misma mañana arrojaron sobrasada a los perros", detalló el fiscal. "Esperaron a que la alarma estuviera desconectada una vez el dueño salió a recoger el periódico", agregó.

Tres días antes, el asalto se vio frustrado cuando se activó la alarma y los tres encausados tuvieron que huir del lugar. Al no poder conseguir ningún botín y sospechar que en el inmueble había una gran cantidad de dinero y joyas, cuando en realidad no había nada, los dos principales procesados lo volvieron a intentar. Ambos irrumpieron en el chalé con la cara tapada, portando una máscara, bufandas, gorro y bridas, según el fiscal. Uno de ellos golpeó al morador de forma "desmesurada y descomunal". Le siguió agrediendo para obtener información, pero en la casa no había joyas ni dinero, según manifestó el ministerio público. El septuagenario suizo llegó a quedar inconsciente en algunos momentos. Sufrió heridas muy graves y falleció en el hospital días después, el 1 de enero de 2014. Mientras, el otro compinche encerró a la mujer del perjudicado en el aseo. La víctima pudo ser liberada por su esposo, malherido, que se arrastró hasta lograr abrirle la puerta del baño. Los ladrones ya habían huido sin poder robar nada. Días después, el principal acusado se fugó de la isla de forma precipitada hacia Chile.

El fiscal justificó las elevadas penas que pide por la gravedad de los hechos y las circunstancias de las víctimas. Por ello, aprecia las agravantes de disfraz y abuso de superioridad, al ser los perjudicados personas de edad avanzada que vivían solas en casa.

Por su parte, las defensas criticaron la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil y el juzgado de instrucción.