El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma publicó ayer un decreto en el que se establecen las medidas de seguridad que deberán cumplir el edificio de la calle Oms donde el martes se desplomó un balcón, cuyos cascotes hirieron a un joven. Hasta que no cuente con un informe técnico que confirme que no hay peligro, los tres locales afectados, entre ellos el bar Can Vinagre, no podrán abrir al público.

Este decreto establece que los propietarios del edificio deben retirar los elementos inestables de la fachada, apuntalar los balcones que quedan y colocar medidas de seguridad que impidan que puedan caer más cascotes. Además deberán contar con un informe técnico sobre la estabilidad del edificio. Tienen una semana para cumplir estos requisitos.