Un taxista de mediana edad ha sido juzgado hoy en Palma por abusar sexualmente de un joven clienta que no llevaba dinero para pagar el trayecto entre Magaluf y Palma una madrugada del verano de 2015. El hombre ha negado haber sometido a tocamientos íntimos a la víctima y ha alegado que fue ella quien le arañó. Según su versión, la clienta fue cambiando de destino a medida que circulaban en el coche dándole varias direcciones hasta que le comunicó que no llevaba dinero para pagarle. Por este motivo, él se dirigió hacia la Jefatura Superior de Policía en Palma. Cerca de comisaría, según su tesis, ella intentó bajarse del vehículo, pero él la agarró.

La perjudicada, en cambio, ha confirmado que el taxista le tocó en la zona genital por encima de la ropa y también en el pecho. Además, ha destacado que el encausado le quitó su teléfono móvil para que ella no se pudiera comunicar con nadie y bloqueó las puertas. La joven ha reconocido que no llevaba dinero, pero ha detallado que le dijo al conductor que la llevara a la zona de es Fortí, donde vivía su novio de entonces, para que él pagara la carrera. "Yo quedé con mi novio para que me pagara el taxi porque yo no tenía el dinero. Tardé más de una hora en llegar, el taxímetro marcaba 20 euros", ha recordado. El hombre no la llevó hacia el domicilio de su pareja y acabó a las puertas de la Jefatura de Policía. "Al final él me dejó bajar del taxi porque él ya vio a los policías", ha añadido la afectada. Según su versión, fue variando su declaración y entró en contradicciones al estar muy nerviosa.

La fiscal ha solicitado para el taxista una pena de dos años de prisión por un delito de agresión sexual. Mientras, el letrado defensor ha reclamado la libre absolución de su representado al hacer hincapié en las incongruencias de la víctima. Según el abogado, el testimonio de la perjudicada no es creíble, es inconsistente y "nos hace dudar". La defensa ha enumerado las contradicciones en las que ha incurrido la joven.

La fiscalía también ha señalado que el acusado ha entrado en contradicciones. Según su tesis, la clienta no tenía intención de escapar del coche sin pagar porque se sentó delante, en la plaza del copiloto. "Si hubiera querido salir y no pagar, en el asiento de atrás es más fácil escapar", ha apuntado. El ministerio público ha recalcado que la muchacha se apeó del taxi llorando y muy alterada. Además, su teléfono móvil se encontró en el hueco de la puerta del conductor. "Aparece ahí porque se lo cogió a la víctima", ha añadido. Este extremo fue negado por el acusado, quien indicó que la joven disponía de dos teléfonos móviles. Uno de ellos se lo dejó en el asiento del copiloto y él se lo entregó a un policía, según manifestó en el turno de la última palabra. Finalmente, la fiscal ha detallado que la perjudicada había contactado previamente con su novio para que él pagara la carrera. De hecho, el joven se personó en la comisaría y pagó el importe al taxista.

Los policías que hoy han declarado han explicado que dieron credibilidad a la víctima. Estaba muy alterada y nerviosa y las cámaras de seguridad la filmaron cuando salía del taxi precipitadamente. El entonces novio de la joven ha confirmado su versión. Era la una y media de la madrugada del pasado 17 de julio de 2015 cuando su pareja le llamó para decirle que volvía a Palma desde Magaluf, pero que no tenía dinero para pagar el taxi. "Yo le dije que viniera a casa, que la esperaba en el portal, y que yo pagaría el taxi. Se retrasó mucho. La llamé varias veces pero no contestaba. Me preocupé, incluso llamé a su madre", ha recordado el testigo. Al final, la Policía se puso en contacto con él y le comunicó que había habido un problema y que se acercara a la Jefatura. "Ella estaba muy nerviosa, lloraba, estaba muy mal, no le toqué el tema", ha señalado el muchacho, quien ha aclarado que fue él quien pagó la carrera del taxi. El juicio ha quedado visto para sentencia hoy al mediodía.