Una mujer se encerró ayer en las oficinas de Endesa en Maó para reclamar que le restablecieran el suministro eléctrico en su vivienda de Alaior, y tras varias horas de protesta la empresa volvió a darle servicio.

La mujer, activista de la plataforma Obra Social Menorca, dijo que su hijo sufre una enfermedad respiratoria que requiere de aparatos eléctricos, por lo que su salud se encontraría en peligro.

Explicó que la compañía eléctrica estuvo nueve meses sin cobrarle la factura de la luz tras el cambio de los contadores de manual a digital y ahora se los quieren cobrar de golpe. "En enero pagué casi 500 euros de luz y este mes me piden 400 más", lamentó.