Un joven aceptó ayer dos años de prisión por dejar tuerto a otro al estamparle una copa en la cara en Palma. La agresión se produjo tras una discusión en una discoteca del Paseo Marítimo. El acusado reconoció los hechos durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial y se comprometió a indemnizar a la víctima con 102.000 euros por las lesiones y las secuelas que le causó.

La fiscalía solicitaba inicialmente diez años de cárcel por un delito de lesiones, pero rebajó su petición tras alcanzar un acuerdo con la defensa y la acusación particular. El condenado había consignado ya 50.000 euros para resarcir al perjudicado, por lo que se apreció la atenuante muy cualificada de reparación del daño. Además, se aplicó otra de embriaguez porque tenía sus facultades mermadas por el consumo de alcohol cuando cometió la agresión. No podrá acercarse ni comunicarse con la víctima durante los próximos cinco años.

El tribunal de la sección primera, que dictó sentencia firme en vista de la conformidad de las partes, aceptó la petición de la defensa de que se suspenda la pena por carecer de antecedentes penales, por lo que el joven no ingresará en prisión.

Los hechos ocurrieron en una discoteca del Paseo Marítimo en la madrugada del 14 de diciembre de 2014. Dos jóvenes se enzarzaron en una discusión que no tuvo mayores consecuencias porque los amigos de ambos los separaron. Cuando la situación parecía haberse calmado, uno de los implicados cogió una copa de balón, se abalanzó sobre su rival por la espalda y se la estampó en la cara.

El perjudicado sufrió el estallido del globo ocular izquierdo, una fractura de la pared media de la órbita y la amputación del párpado. Tuvo que ser trasladado en ambulancia a un hospital, donde estuvo diez días ingresado. Fue sometido a una intervención quirúrgica y tardó cuatro meses en recuperarse.

Como secuela le quedó la pérdida total de visión del ojo izquierdo, perjuicios estéticos y trastornos psiquiátricos neuróticos por estrés postraumático.