La Unidad de Toxicología del hospital de Son Espases, en Palma, confirmó el primer episodio de sumisión química por burundanga en España en una paciente de 36 años que ingresó en el área de Urgencias el pasado 9 de abril de 2016. Su excompañero sentimental le había suministrado esta sustancia disuelta en un refresco sin que ella se percatara. Luego, aparecieron otros casos en la península. Los especialistas del hospital palmesano, tras unos análisis de alta precisión, lograron hallar el principio activo de la escopolamina. Una vez detectada la sustancia de forma científica, el caso se judicializó en Palma. La Policía Nacional también intervino y detuvo al hombre. El procedimiento judicial es inédito en la tipificación delictiva de los hechos. El magistrado Carlos Izquierdo, del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Palma, abrió juicio oral contra el acusado por maltrato, en concreto, por un delito de lesiones en el ámbito familiar. Anteriormente, el juez practicó varias diligencias y comprobó que la escopolamina no está incluida en la lista de drogas o sustancias estupefacientes sujetas a fiscalización. La burundanga es un fármaco de uso clínico. Por ello, no se pudo acusar al hombre de un delito contra la salud pública. Tampoco de una tentativa de homicidio porque la cantidad de sustancia hallada en el organismo de la víctima era pequeña y su vida no corrió peligro. El acusado alegó ante el juez que compró el fármaco por Internet y que lo quería para suicidarse.