La Audiencia de Palma ha absuelto a un joven acusado de lanzar piedras desde el puente de Son Cladera a los coches que circulaban por la autopista de Inca el pasado 2 de diciembre de 2014. El tribunal de la sección primera ha exonerado al sospechoso, de 25 años y que llegó a estar en prisión provisional durante un mes y medio, al considerar que existen dudas en su identificación y que, por tanto, podría ser otra persona la autora de las pedradas contra los vehículos.

La fiscalía y la acusación particular habían pedido una condena para el joven de 18 años de prisión por cuatro tentativas de homicidio, ya que dos turismos ocupados por dos personas cada uno fueron alcanzados por los guijarros y resultaron dañados. Uno de los vehículos afectados era un coche camuflado de la Policía Nacional y un agente resultó herido en la cara por el impacto de la piedra. Por su parte, la letrada defensora Judit Pons, solicitó la libre absolución de su representado al mantener desde un principio su inocencia. El muchacho negó haber tirado piedras a la autopista y explicó en el juicio que esa noche regresaba a su casa por el puente de Son Cladera.

Según se declara probado en la sentencia, que aún no es firme, el procesado se encontraba el pasado 2 de diciembre de 2014 sobre las diez y media de la noche en el puente de Son Cladera, situado en el Camí Nou, sobre la autovía de Inca MA-13, en dirección a su domicilio ubicado en el Camí Vell de Bunyola. La sala destaca que no ha quedado acreditado que el acusado procediera a arrojar varias piedras en el instante preciso en que pasaba bajo el puente un vehículo camuflado Citroën C4 de la Policía Nacional en el que iban dos agentes ni sobre otro automóvil.

El tribunal recalca que la prueba de cargo presentada por las acusaciones "no lo ha sido en grado suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del procesado". Según la sentencia, existen dudas sobre la identificación del procesado, que presenta una "serie de fisuras" que sustentan como razonable la hipótesis de que la persona que tiró las piedras y el procesado no sean la misma persona. La sala da por sentado que los agentes actuaron de buena fe, de forma profesional y analizando de manera adecuada todos los indicios que en ese momento se les presentaban, si bien "existen otras posibles alternativas que crean dudas y que no han quedado claramente cerradas y, por tanto, excluidas".

La Audiencia enumera varios elementos que jugaron en contra de la identificación plena del sospechoso: que era de noche; uno de los testigos tenía que ir atento a la conducción y el otro aseguró que la segunda vez no pudo ver la cara del autor porque llevaba capucha; el lapso de tiempo de exposición, de la duración del suceso, fue mínimo, en concreto el tiempo que tarda una persona en tirar una piedra; no hubo exposición de la cara en el momento del lanzamiento, ya que estaba a cierta distancia; y el reconocimiento tuvo que producirse en una situación de gran estrés ante la inminencia de recibir una pedrada estando el vehículo circulando.

Además, la sala detalla otras cuestiones como la chaqueta que llevaba el sospechoso, que la Policía no ha podido encontrar pese a que debía estar en su poder; o la desconexión visual respecto a la persona que lanzó las piedras, o el hecho de que tras su arresto se siguieran produciendo ataques similares hasta el la detención de otro hombre, ya condenado por lanzar piedras a la autopista. Por todo ello, ante las dudas surgidas, la Audiencia de Palma ha absuelto al muchacho.