La Policía Local de Palma intervino cerca de un kilo de marihuana y 93 gramos de hachís en el interior de un club de fumadores ubicado en un local de Son Armadams. El encargado del establecimiento, un ciudadano holandés, reconoció a los agentes que tenía casi 700 socios, a los que vendía marihuana, y mostró su sorpresa cuando le informaron de que en España la venta de esta sustancia es delito.

Según informaron ayer fuentes de la Policía, la intervención ocurrió de forma casual, sobre las siete y media de la tarde del domingo. Una pareja de agentes de paisano fueron a la calle Fray Junípero Serra, en Son Armadams, ya que los vecinos se habían quejado de que grupos de chicos hacían botellón.

Una vez allí, los policías vieron salir a dos jóvenes de un local denominado Humo, y se percataron de que uno de ellos llevaba una bolsa de plástico con lo que parecía ser marihuana. Cuando fueron interceptados y se comprobó que, efectivamente, llevaban droga, estos jóvenes admitieron que acababan de comprarla en ese establecimiento.

Tras solicitar la colaboración de agentes del Grup d'Actuació Preventiva (GAP), los policías realizaron una inspección en el interior del local. El encargado, un holandés de 46 años, les explicó que se trataba de "una asociación de fumadores mallorquines", y reconoció que les vendía marihuana.

Los agentes examinaron el establecimiento y encontraron varias bolsas, que contenían en total casi un kilo de marihuana, así como 93 gramos de hachís, una báscula de precisión, 1.680 euros y un listado de los socios del club.

El encargado colaboró en todo momento con los agentes, y mostró su sorpresa cuando le informaron que la venta de marihuana es un delito en España.