Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Entrevista

Gonzalo Calleja: "Las redadas contra la explotación laboral han causado un aumento de cotizaciones a la Seguridad Social"

"Liberamos en Eivissa a una mujer embarazada de seis meses a la que obligaban a prostituirse"

El inspector Gonzalo Calleja (Burgos, 1979) jefe del Grupo I de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Policía Nacional en Balears ha desplegado una intensa actividad contra la explotación sexual y laboral. En el primer caso, liberaron el año pasado a 45 víctimas y realizaron 60 detenciones, por lo que su equipo obtuvo el premio Meninas. En el segundo caso, hubo 50 detenidos y más de medio millón de euros intervenidos.

-La UCRIF ha sido galardonada con el Premio Meninas por combatir la explotación sexual. ¿Hay muchas redes implantadas en Mallorca?

-El premio es un orgullo para todo el Grupo. Mallorca, por la propia idiosincrasia de la isla y el turismo, no tiene redes que estén instaladas todo el tiempo en la isla. Son redes nómadas. Pasan la época invernal en Canarias o en algún otro sitio de la Península y pasan a realizar la acción criminal aquí en verano, en la época de más afluencia turística.

-¿Cuál es la nacionalidad que predomina entre las mujeres que son explotadas sexualmente en Balears?

-Como pasa en el resto de España, la nacionalidad que predomina es la nigeriana. Es actualmente donde existe más influencia de trata de seres humanos para explotación sexual. De hecho, en 2016 hemos desarticulado en Eivissa una importante red de este país. En invierno operaba en Madrid y en verano hacia la temporada en la isla. En la 'Operación Cheval' fueron liberadas 21 víctimas de explotación sexual, entre ellas una menor y una mujer embarazada a la que también obligaban a ejercer la prostitución. Fueron detenidas 20 personas de las que 11 ingresaron en prisión y se intervinieron 60.000 euros.“Una víctima denunció la explotación sexual en Mallorca y le mataron a su hermano en Nigeria”

-En Mallorca también ha habido el año pasado algunas operaciones destacadas...

-En Palma realizamos ese año otra operación en las Avenidas de personas que eran obligadas a ejercer la prostitución. Se liberó a seis víctimas y se detuvo a nueve personas del grupo organizado.

-¡Cuál es el impacto de las bandas del Este?

-Suelen venir sobre todo de Rumanía y Bulgaria. Utilizan un método distinto. Mientras que en las bandas nigeriana son mujeres las que las explotan, aquí es el llamado 'boy lover' o falso novio. Engañan a sus supuestas novias y cuando llegan aquí las obligan a ejercer la prostitución, normalmente en clubes de alterne. El año pasado, en la 'Operación Mar' en Eivissa, se detuvieron a diez personas. Se liberaron a seis personas entre las que había una embarazada de seis meses a la que obligaban a ejercer la prostitución. Se estima que en los últimos dos años tuvieron unos beneficios de 600.000 euros, de los que se intervinieron 20.000. Otra fue en Palma, la 'Operación Cleopatra'. Se detuvo a cuatro integrantes del grupo y se liberó a dos víctimas. También hemos detectado en Mallorca un aumento de mujeres jóvenes de nacionalidad china, que ejercen la prostitución en pisos.

-Qué consejo se podría dar a estas mujeres para que salgan de estas redes?

-Es complicado. En muchas de las nigerianas está la barrera idiomática y el miedo que tienen al vudú. En el caso de las rumanas, confían en que el 'falso novio' las vaya a tratar bien. Tiene que ser atajado en el país de origen. A una de las víctimas que denunció, le mataron a un hermano en Nigeria. En una investigación hemos logrado que se detenga por primera vez a una 'mami' allí.

-Otra de las actuaciones destacada de la UCRIF ha sido contra la explotación laboral.

-La inmensa mayoría se han efectuado en el sector de hostelería por la importancia que tiene en Mallorca, aunque algunas se han hecho en la construcción y otras empresas. La más destacada fue en 2015, la 'Operación 14'. La llamamos así porque eran, en principio, 14 locales, pero acabaron siendo más de 30. Se detuvieron 18 personas de los cuales seis ingresaron en prisión. Se clausuró una treintena de establecimientos, donde se puso un administrador judicial, y se intervinieron más de 500.000 euros en efectivo.

-¡Cuál era el delito más habitual que se cometía allí?

-Era un delito contra los derechos de los trabajadores: bajo salario, exceso de horas, falta de vacaciones, jornadas laborales de 14 a 20 horas... Con un sueldo de 800 a 1.000 euros. Si se ponían de baja, no cobraban. La cotización a la Seguridad Social o no existía o era de dos a cuatro horas como mucho.

-¿Qué barbaridad sanitaria han encontrado en alguno de estos restaurantes?

-Hemos encontrado de todo y se ha incorporado a la causa por un delito contra la salud pública, por el riesgo de intoxicación que conlleva. Productos caducados, con moho, ratas en establecimientos, artículos con mordeduras de estos roedores. Muchos se servían a los consumidores con el consiguiente riesgo para la salud. En la plaza Mayor, un local estaba infestado de ratas y de cucarachas.

“Las redes aprovechan la ruta de los refugiados por Libia hasta Italia y luego llegan aquí en avión”

-Al final esta intervención y otras similares se acabaron convirtiendo en una especie de 'aviso a navegantes'.

-Siempre que haya condiciones abusivas y se cometan infracciones de tipo penal, allí estará la UCRIF. En los siguientes meses, Inspección de Trabajo nos informó de que después de estas actuaciones habían aumentado las altas de cotizaciones a la Seguridad Social.

-¿La inmigración irregular ha aumentado por la guerra en Siria y los conflictos en el Mediterráneo?

-El año pasado tuvimos cien expulsiones de inmigrantes irregulares con antecedentes, habían cometido algún delito, y 265 expedientes de expulsión incoados. Tuvimos dos pateras con 20 inmigrantes venidos de Argelia, que fueron devueltos a su país.

-¿Ha existido presión por la posible llegada masiva de refugiados como en otros países?

-No. Se tramitaron 45 solicitudes de asilo y refugio. Las redes de inmigración y las de explotación sexual son distintas. A veces estas últimas contactan con las de inmigración. Con la crisis de refugiados, estas redes aprovechan la ruta por Libia hasta el sur de Italia y llegan a Mallorca en avión.

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