La fiscalía reclama cuatro años de cárcel para un joven acusado de abusar sexualmente de una niña de once, hija de unos amigos, en Inca. El sospechoso, de 21, supuestamente aprovechó que la pequeña estaba casi dormida en una de las camas de su domicilio para manosearla. La menor despertó y el procesado desistió, pero diez minutos después volvió a someterla a tocamientos. El ministerio público le imputa un delito de abusos sexuales y, además de la pena de prisión, pide que se le imponga una orden de alejamiento de 8 años.