La fiscalía solicita una condena de 16 años y medio de prisión para un hombre acusado de varios episodios de malos tratos y una violación a su pareja en Inca. El sospechoso, de 40 años, golpeaba, amenazaba y menospreciaba habitualmente a la víctima. La mujer, de 38 años, estaba sometida una situación de control que le hacía mantener una actitud protectora hacia él y soportar las agresiones sin denunciarlas, según el ministerio público. La acusación particular eleva su petición de pena a 20 años de cárcel.

El hombre está acusado de una sucesión de episodios violentos ocurridos a lo largo de dos semanas en el domicilio donde convivía la pareja, de acuerdo con el relato de la fiscalía. El 3 de mayo de 2015, durante una discusión, el acusado propinó un empujón a la víctima, que se golpeó la cabeza contra el suelo. Poco después, le retorció la muñeca y le dio un manotazo en la cara. La Guardia Civil acudió a la vivienda, pero la mujer negó cualquier tipo de maltrato, no denunció los hechos ni acudió al médico.

Una semana más tarde se produjo el episodio más grave durante otra discusión. El acusado golpeó y zarandeó a la mujer, que logró zafarse y se tumbó en la cama. Cuando el hombre entró en la estancia y ella trató de levantarse para irse, le propinó patadas en el pecho para impedírselo, causándole hematomas. La víctima pudo marcharse a la planta superior de la casa para evitar nuevas agresiones. Pero él la siguió y empezó a besarla, la tumbó en un colchón y la forzó a mantener relaciones sexuales. La mujer se resistió y llegó a arañar a su pareja en el cuello, tras lo que el hombre le ató las manos con un cable para proseguir con la violación. La víctima tampoco se atrevió en esta ocasión a denunciar ni acudió al médico.

Tres días después, tras ser agredida otra vez, la mujer se marchó de casa con intención de no volver. Él fue tras ella, menospreciándola y diciéndole que daba asco y pena y que se merecía que alguien la violara y la tirara a una cuneta. Según el fiscal, la víctima tampoco presentó denuncia porque no quería perjudicar al hombre.

Finalmente, el 15 de mayo y tras una nueva pelea por la cena, el acusado le dio un puñetazo en la boca y le retorció los dedos de la mano. La mujer intentó evitar que el sospechoso saliera a la calle para tirar la basura por temor a que lo detuvieran, recibiendo entonces varios golpes en la cabeza y amenazas de muerte.

A consecuencia de estas agresiones, la víctima sufrió hematomas en la cabeza, el pecho, los brazos, las piernas, la espalda y una cervicalgia. Tardó 15 días en recuperarse de las lesiones. Según los psicólogos forenses, presenta un trastorno emocional depresivo y ansioso y cuando ocurrieron los hechos estaba inmersa en una relación emocional disfuncional que le generaba indefensión, temor y culpabilidad.

La fiscalía considera al hombre autor de siete delitos: cuatro de malos tratos, uno de agresión sexual, otro de lesiones y otro de amenazas. Por ellos reclama 16 años y medio de prisión y una indemnización de 6.497 euros para la mujer. La abogada de la acusación particular, Martina Cladera, le imputa los mismos delitos pero eleva su petición a 20 años de prisión y una compensación de 10.497 euros. La Audiencia celebrará la semana próxima una vista previa sobre este caso.