Las 41 fotografías pornográficas de Margalida Garau y Fernando Blanco manteniendo relaciones sexuales ante su hija Nadia fueron tomadas en Biniali (Sencelles) cuando la niña tenía entre tres y cinco años, según admitieron ante el juez de La Seu d'Urgell (Lleida). Ambos alegaron que todas son del mismo día, que solo tuvieron sexo una vez delante de la pequeña y esta en ningún momento se despertó. En aquella época, entre 2008 y 2011, dormían todos en un mismo colchón en el comedor de la vivienda por sus problemas económicos y el mal estado de la vivienda, dijeron. De las otras nueve instantáneas de Nadia desnuda afirmaron que eran para controlar su enfermedad o retratarla en actos "graciosos", sin connotaciones sexuales. Ninguna de estas explicaciones convenció al juez, que además de por estafa agravada los investiga ahora por exhibicionismo, provocación, explotación sexual y pornografía infantil.

Garau y Blanco admitieron ante el magistrado que en una sola ocasión mantuvieron relaciones íntimas ante su hija, informó el diario La Razón. Contaron que las 41 fotografías encontradas muestran un hecho "puntual" ocurrido "hace seis años, quizá ocho", cuando la niña tenía "entre tres y cinco años" y la familia residía en Biniali. Ambos aseguraron que Nadia estaba dormida y no se despertó en ningún momento. Garau añadió que no sabía que hubiera tantas imágenes de ese momento.

Dormían los tres en un colchón

Los padres justificaron la presencia de la niña en la misma cama porque en aquella época dormían los tres juntos en el mismo colchón, en el comedor de la vivienda. Garau explicó que atravesaban problemas económicos y habían tenido que vender los muebles, mientras Blanco apuntó al mal estado de la planta superior del inmueble, donde estaban los dormitorios, como explicación de esta situación.

El magistrado de instrucción 1 de La Seu d'Urgell, en un auto dictado tras tomar declaración a los padres y difundido por OKdiario, descarta que la menor estuviera dormida. Argumenta, basándose en las imágenes, que Nadia estaba en el "mismo colchón, a unos escasos centímetros" de la pareja, sus pies aparecen en diferentes posturas, se ve una televisión encendida y las fotografías fueron tomadas con flash. "O bien estaba despierta, o bien se despertó mientras los padres mantenían relaciones íntimas", considera el juez. Añade que las fotografías muestran "unas relaciones sexuales tan explícitas" -diferentes posturas, movimientos alborotados, primeros planos de genitales y felaciones- que Nadia tuvo que ser consciente "a pesar de su enfermedad" de lo que estaba ocurriendo. El magistrado entiende que estas 41 imágenes podrían constituir delitos de exhibicionismo y provocación sexual.

Las otras nueve fotografías halladas en un lápiz USB de los padres muestran a la pequeña desnuda y según el juez tienen un carácter pornográfico. Garau y Blanco rechazaron esta acusación y aseguraron que fueron tomadas con fines médicos o como recuerdos familiares. La madre señaló que el objetivo era comprobar cómo evolucionaba su piel y si las cremas le hacían efecto o retratar a Nadia en poses "graciosas". En el mismo sentido, el padre afirmó que ninguna de estas fotos tiene un fin sexual y que algunas se las mostraron al médico de Son Llàtzer que seguía el caso de su hija. Además, los dos acusados negaron haber distribuido estas instantáneas a otras personas. El magistrado quiso saber por qué algunas de ellas estaban escondidas en una carpeta llamada "Virus, no tocar". Blanco alegó que lo hizo para que nadie las abriera si algún día perdía el lápiz de memoria.

Al magistrado tampoco le convencen estos argumentos. Sostiene que si tuvieran una finalidad médica deberían reflejar con planos detallados los problemas cutáneos de la niña, cuando se trata de imágenes del cuerpo entero desnudo, "con escasa resolución e imposibilidad de identificar las dolencias". Además, cuestiona que estén tomadas en un periodo de tiempo corto que no refleja ninguna evolución. El juez niega también que se trate de meros recuerdos familiares porque en ellas solo aparece Nadia desnuda y discute, por las poses de la niña, la apreciación de Blanco y Garau de que se trata de fotografías normales. El magistrado imputa a los padres por este segundo grupo de instantáneas delitos de elaboración y tenencia de pornografía infantil.

Los delitos vinculados a estas 50 imágenes y la presunta estafa en la captación de donativos para tratar la tricotiodistrofia de la menor serán investigados por el mismo juzgado pero en otro procedimiento, al considerarse que no están conectados. Blanco y Garau fueron detenidos a principios de diciembre, después de que una investigación periodística revelara las falsedades y exageraciones sobre la dolencia de Nadia para captar, a lo largo de varios años, hasta 900.000 euros en donativos para supuestos tratamientos. El padre de Nadia permanece en prisión preventiva en una cárcel de Lleida desde entonces y a la madre se le retiró la custodia de la niña.

Durante la investigación abierta por los Mossos d'Esquadra por la estafa, se encontraron en dispositivos electrónicos de la pareja las 50 fotografías por las que ahora se les acusa también de delitos de exhibicionismo, provocación sexual y tenencia y elaboración de pornografía infantil.