La Audiencia de Palma ha obligado a un joven acusado a comparecer en el edificio judicial todos los días a las nueve y media de la mañana por no presentarse hoy al juicio. El fiscal había solicitado la prisión provisional del muchacho, de 20 años, por no acudir a la vista oral hasta que la Policía Judicial de la Guardia Civil se ha personado en su domicilio y lo ha trasladado ante el tribunal de la sección segunda. El sospechoso ha alegado ante la sala que se había olvidado del juicio porque lleva una semana "malo con dolor de tripa", su madre no le ha avisado y "pensaba que era mañana".

El presidente del tribunal finalmente ha acordado la comparecencia diaria del encausado, quien se ha mostrado conforme con la decisión. La vista oral ha tenido que suspenderse debido a la incomparecencia de dos testigos y se ha señalado una nueva fecha, el próximo 31 de marzo.

El joven al que la Guardia Civil ha tenido que ir a buscar a su casa se enfrenta a una petición de condena de la fiscalía de siete años y tres meses de cárcel por robo continuado y hurto, ya que supuestamente desvalijó dos viviendas de la misma finca el mismo día en Palma y meses antes sustrajo una bicicleta valorada en 1.450 euros en las inmediaciones de un supermercado de la ciudad.

El sospechoso actuó acompañado por un compinche, también de 20 años, de origen senegalés que actualmente está en prisión, para quien el fiscal reclama una pena de seis años y medio de cárcel por un delito continuado de robo. Ambos muchachos, junto con dos menores, golpearon la puerta de entrada de una casa para poder entrar en la calle Sureda, en Palma, el pasado 1 de marzo de 2016 al mediodía y, una vez dentro, se apoderaron de un televisor, varias joyas, una funda de diente de oro, una bicicleta de carreras, una cámara de fotos y las llaves de un vehículo, según la versión de la acusación. Parte de los efectos fueron recuperados.

Luego, con las llaves sustraídas, abrieron el vehículo del perjudicado que se hallaba estacionado en las cercanías y se hicieron con el DNI, tarjetas electrónicas de transporte, sanitaria y de crédito de la víctima.

A continuación, ese mismo día, dieron una patada en la puerta de otro domilicio en el mismo edificio y allí robaron una caja con 450 euros y fotografías familiares, así como un teléfono móvil y un cargador. Por último, el principal sospechoso en agosto de 2015 se apoderó de una bicicleta en las inmediaciones de un supermercado ubicado en la avenida Argentina, en Palma, siempre según la versión de la fiscalía. El vehículo fue recuperado, pero con desperfectos.