La fiscalía pide seis años de prisión para un expolicía por un envío de casi 400 gramos de cocaína líquida de Argentina a Palma. El acusado habría utilizado a una pareja de amigos de su hermana para que la droga, sin su conocimiento, llegara al domicilio de estos y luego pedirles el paquete. El matrimonio llegó a ser detenido, pasó tres semanas en prisión y ha sido juzgado dos veces por estos hechos. Ambos quedaron ayer absueltos tras retirar el ministerio público los cargos contra ellos. El expolicía, incriminado por su familiar, negó su implicación en los hechos y aseguró no saber nada del paquete con cocaína que llegó a casa de sus conocidos.

El envío de droga fue descubierto el 31 de agosto de 2012 a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas. Era un paquete postal remitido a una vecina de la calle Lluís Martí, en Palma. El bulto fue entregado cinco días después en ese domicilio por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA). Los investigadores comprobaron que contenía 378 gramos de cocaína líquida oculta en una lata de aceite. La destinataria y su pareja fueron detenidos y estuvieron tres semanas en prisión preventiva por narcotráfico. Los dos negaron siempre tener cualquier relación con la droga, pero la fiscalía solicitó para ellos seis años de prisión.

El caso dio un vuelco durante la celebración del juicio en la Audiencia Provincial en junio de 2015 por las sorprendentes revelaciones de una amiga de la pareja, que declaró como testigo. Esta mujer exculpó a los dos sospechosos y, por primera vez durante todo el proceso judicial, incriminó a su propio hermano. Según dijo, su familiar le confesó que estaba detrás del envío. "Me contó que habían enviado el paquete a casa de estas personas como si fuera un regalo para su hijo sin que ellas lo supieran", reveló. Esta declaración llevó al tribunal a paralizar el juicio y reabrir la causa. El nuevo acusado resultó ser un exagente de la Policía Nacional, que fue citado a declarar y acabó procesado por haber organizado el envío de la droga.

La primera vista oral quedó anulada y el caso volvió a ser juzgado ayer en la Audiencia Provincial, esta vez con el expolicía acompañando a los dos amigos de su hermana en el banquillo. La fiscalía les acusaba inicialmente de haberse concertado para recibir la droga y reclamaba sendas penas de seis años de prisión.

La pareja negó, de nuevo, saber nada del paquete. El hombre contó cómo llegó un supuesto trabajador de Correos que resultó ser agente del SVA y le detuvo tras recibir el bulto, que iba nombre de su compañera. "No sabía que el paquete tenía droga hasta que lo abrieron en el juzgado", contó. Su compañera se desvinculó también del envío de la cocaína. "No sabía nada del paquete. Cuando me llamaron para decirme que habían detenido a mi pareja pensé que era una broma de cámara oculta", afirmó.

El expolicía, por su parte, rechazó las acusaciones. Admitió que conocía a los otros dos procesados por ser amigos de su hermana, pero alegó que ni siquiera sabía dónde vivían. El hombre dijo no tener ningún contacto en Argentina ni estar detrás del envío de la cocaína. Según dijo, fue agente de la Policía Nacional durante 28 años, hasta que en 2005 le suspendieron por "trabajar en otro sitio". Además, admitió que en los años 80 estuvo en prisión preventiva por un asunto de tráfico de drogas en Vitoria.

La hermana del exagente ratificó su versión en este nuevo juicio. La mujer aseguró que su familiar, tras la detención de la pareja por recibir la droga, le llamó para preguntarle si les había llegado "algo" para él. Horas después, volvió a contactar con ella para ofrecerles un abogado a los familiares del matrimonio acusado.

Al concluir el juicio, la fiscal retiró los cargos contra el matrimonio al entender que fueron víctimas de un engaño y ambos quedaron absueltos. Para el expolicía mantuvo su petición de seis años de prisión y una multa de 74.161 euros por un delito contra la salud pública.