La Guardia Civil trata de cotejar el ADN de los restos humanos encontrados el pasado domingo en un coto de caza de Llucmajor. El objetivo es tratar de identificar a la persona a la que pertenecen estos huesos a través del material genético.
Como adelantó ayer DIARIO de MALLORCA, sobre las cuatro y media del pasado domingo, un cazador que se encontraba en un coto de la finca Son Granada, a escasa distancia de la urbanización Las Palmeras de Llucmajor, distinguió entre la maleza algo que se asemejaba a un cráneo humano. A continuación, el testigo examinó la zona y observó cómo en las proximidades se encontraba un fémur y una cadera.
El cazador llamó a la Guardia Civil para comunicar su hallazgo. Una patrulla del instituto armado se desplazó rápidamente hasta el coto de caza de Llucmajor. Los agentes comprobaron que, efectivamente, parecían tratarse de restos humanos.
Los efectivos de la Guardia Civil avisaron al juzgado de instrucción número 12 de Palma, el domingo en funciones de guardia. Acto seguido, una comisión judicial acudió al lugar donde se encontraban los restos óseos.
La primera conclusión que extrajo el forense después de examinar los restos es que databan de mucho tiempo atrás. A simple vista, no se podía concluir cuáles eran las verdaderas causas de la muerte. La inspección ocular del lugar donde se encontraron los huesos se prolongó durante varias horas. De hecho, hasta las nueve y media de la noche no se trasladaron los huesos hasta el juzgado para un análisis más exhaustivo.
Mientras, expertos de la Policía Judicial de la Guardia Civil abrieron una investigación para tratar de esclarecer la identidad de la persona a la que pertenecían el cráneo, el fémur y el hueso de cadera encontrados en el coto de caza de Llucmajor.
El primer paso para iniciar las pesquisas era extraer el material genético de los huesos. A partir de este momento, los investigadores del instituto armado tratarán de cotejar el ADN con el de las numerosas personas incluidas en una base de datos sobre desaparecidos y averiguar si pertenecían a alguna de ellas. Si existe alguna coincidencia, los expertos tratarían de determinar cómo los restos fueron a parar al coto de caza.
