Con uno de sus gatos en brazos y la mirada perdida, Bàrbara Mas observaba el devastador efecto del fuego en su casa. La mujer, de 70 años, lamentaba la muerte en el incendio de otro de sus felinos, que quedó atrapado en la vivienda y respiró demasiado humo. Vestida todavía con el pijama con el que salió a toda prisa del edificio, recordaba el "susto enorme" que se llevó cuando descubrió que la cochera estaba ardiendo. "Había mucho humo y unas llamas enormes. Una de mis hijas ha tenido que salir del primer piso descolgándose por la farola desde el balcón", explicaba.

Todo comenzó cuando un mecánico y el suegro de una de sus hijas trataban de reparar una vieja furgoneta en la cochera. "Queríamos ponerla en marcha para sacarla del garaje, porque lleva mucho tiempo ahí sin usarse", explicaba. Según Mas, uno de ellos iba echando gasolina mientras el otro aceleraba con el motor en marcha cuando el vehículo empezó a arder. "Uno estaba dentro de la furgoneta en ese momento. Los dos tienen quemaduras y están ingresados", explicaba.

"Yo estaba en el piso de arriba y una de mis hijas todavía dormía. He oído explosiones y al salir he visto mucho humo y fuego. Las llamas llegaban al balcón". La septuagenaria salió a la calle enseguida, pero una de sus dos hijas quedó atrapada en la primera planta. "Se ha quedado en la terraza y ha tenido que escapar descolgándose por una farola", recordaba la mujer.

Las tres familiares fueron trasladadas a un hospital con síntomas de intoxicación por inhalación de humo. Recibieron el alta poco después. Mas comprobó al volver a su casa el devastador efecto del incendio. Un letrero junto a la puerta de la vivienda, precintada con una cinta de los bomberos, alertaba del peligro que suponía acceder al edificio. "Nos han dicho que no podremos entrar en ocho días y si queremos coger algo tenemos que llamar a los bomberos para que nos acompañen", relataba. La mujer llevaba en brazos a uno de sus dos gatos, al que encontró escondido detrás de un sofá. El otro murió en el incendio, probablemente por la densa humareda que se coló en la casa.

Varios de sus vecinos se acercaban para darle ánimos, al tiempo que recordaban los momentos de tensión vividos. "Al principio he pensado que era un cable que se estaba quemando, pero al abrir la ventana me ha venido un calor enorme y he visto las llamas y muchísimo humo", contaba Rosa Roig, residente en el edificio colindante. "Una chica estaba en el balcón y ha empezado a gritar. Los vecinos le han dicho que bajara enseguida. Del garaje ha salido un hombre sin ropa", recordaba.

Un joven vecino de la zona, explicó que poco antes del incendio vio cómo un hombre llegaba a la cochera con un bidón, al parecer con gasolina. "Ha empezado a arder todo muy deprisa. Salían unas llamas muy grandes del garaje y un vecino ha traído un extintor, pero era imposible apagar el incendio con eso", afirmaba este testigo.