Tres funcionarios de la cárcel de Palma sufrieron el viernes pasado la agresión de un recluso "muy violento" cuando trataban de reducirlo en su celda. El preso, interno en primer grado y con un largo historial de incidentes en el centro penitenciario, propinó varias patadas y golpes a los trabajadores cuando estos intervinieron para evitar que se autolesionara. A consecuencia de la agresión, los tres funcionarios, entre ellos un jefe de servicios, tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos del centro penitenciario y posteriormente en las urgencias del hospital de Son Espases.

Los tres trabajadores, dos hombres y una mujer, se encuentran ahora de baja por las lesiones. Según los funcionarios, además de los golpes, el recluso les lanzó escupitajos y les amenazó de muerte. De hecho, aseguran que las amenazas se han hecho continuas y señalan que, "por su historial", las amenazas de este preso, que definen de "muy violento", "son creíbles". El centro penitenciario ya ha denunciado los hechos a la justicia y se ha comprometido con los funcionarios a trasladar al interno.

Sin embargo, los trabajadores agredidos aseguran que nunca se acaba haciendo efectivo el traslado y que las agresiones en los últimos meses han ido a más. "Esta agresión no es un hecho aislado", lamentan, y señalan que "pese a lo que alguno puede pensar, esto no va incluido en mi sueldo". Ahora temen que cuando se reincorporen se vuelvan a encontrar con el recluso.