Los dos hombres acusados de matar de una paliza a un suizo de 78 años durante un asalto a un chalé del Port de Pollença a finales de 2013 niegan su implicación en los hechos. Sus abogados sostienen que no hay pruebas de que participaran en el atraco mortal y reclaman la absolución, mientras la fiscalía pide 25 años y medio de prisión para cada uno de ellos. Otro acusado se enfrenta a dos años de cárcel por intentar cometer un robo en la vivienda junto a ellos unos días antes.

Los tres sospechosos, dos uruguayos y un español, comparecieron ayer en una vista previa en la sección segunda de la Audiencia Provincial. La sesión sirvió para dejar patente la falta de acuerdo entre la acusación y las defensas, que no han alcanzado un acuerdo de conformidad.

Solo uno de los acusados, el uruguayo J.N.R.F., está en prisión preventiva por estos hechos. Este hombre huyó a Chile unos días después del atraco en el Port de Pollença. Fue localizado y detenido en aquel país en agosto de 2014 y puesto bajo arresto domiciliario a la espera de ser extraditado a España, situación que aprovechó para escapar en diciembre de aquel año. Una investigación conjunta de Interpol y la Policía chilena sobre una banda de narcos permitió capturarlo de nuevo en septiembre de 2015 en posesión de un kilo de cocaína. Finalmente fue trasladado a España y permanece recluido en el centro penitenciario de Palma.

Un botín de 35 euros

Según la fiscalía, este acusado y su compatriota C.A.S.I. irrumpieron en el chalé de la víctima, un suizo de 78 años, en el Port de Pollença en la mañana del 27 de diciembre de 2013. Iban encapuchados y pretendían cometer un robo. J.N.R.F. golpeó al dueño, lo maniató y le preguntó dónde tenía el dinero. Pese a que la víctima le respondía que no tenía, siguió pegándole hasta que perdió el conocimiento. El otro asaltante interceptó a la mujer del hombre para evitar que accionara la alarma y la obligó a llevarle hasta la caja fuerte, que estaba abierta y vacía, antes de dejarla encerrada en el baño. Los dos acusados, siempre según el relato de la fiscalía, huyeron llevándose un botín de 35 euros.

El hombre al que agredieron recuperó el conocimiento y liberó a su mujer. Estaba gravemente herido y fue hospitalizado con importantes lesiones en la cabeza y el tórax, a consecuencia de las cuales murió en la madrugada del 1 de enero de 2014.

El ministerio público imputa por estos hechos a los dos uruguayos delitos de homicidio, robo con violencia y detención ilegal con las agravantes de disfraz y abuso de superioridad. Reclama para ambos 23 años y medio de prisión, así como que indemnicen a la viuda con 86.276 euros y a cada uno de los hijos del fallecido con 9.686.

El fiscal sostiene que ambos participaron, junto al tercer procesado, J.A.C.B., en un intento de robo en el mismo chalé cometido tres días antes del crimen, en la madrugada del 24 de diciembre. Según el relato de la acusación, los tres suministraron sobrasada preparada con una sustancia tóxica a los perros que había en el jardín del chalé para adormecerlos. Acto seguido, forzaron una de las puertas de acceso con un destornillador. Su plan se truncó cuando saltó la alarma de la vivienda y un vehículo de la empresa de seguridad acudió al lugar, lo que provocó que se dieran a la fuga con las manos vacías. Por este robo frustrado la fiscalía reclama sendas condenas de dos años de cárcel para cada uno de los tres sospechosos.

Durante la vista previa celebrada ayer en la Audiencia Provincial, el tribunal comprobó que los tres acusados están a su disposición, uno de ellos en prisión preventiva y los otros dos en libertad con la obligación de comparecer periódicamente en un juzgado. Además, las partes ratificaron los testigos a los que pretenden interrogar en relación a los hechos, entre ellos los familiares de la víctima y los investigadores de la Guardia Civil que llevaron a cabo las pesquisas.

El tribunal, ante la falta de acuerdo entre las partes, señaló el juicio para los próximos 13, 14, 16 y 17 de febrero. Tras la vista previa, la Policía trasladó de nuevo a prisión al sospechoso que está encarcelado.