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'Operación Milla'

Condenada una red que vendía vehículos robados y los desguazaba en Palma

Los dos cabecillas de la banda manipulaban los bastidores y cambiaban las matrículas en sus talleres - Ambos aceptaron el lunes 15 meses de prisión por receptación y falsedad documental - Otros cuatro acusados se conformaron con multas

Otro deportivo incautado en la ´operación Milla´. policía Nacional

Un juzgado penal de Palma ha condenado a una red dedicada a adquirir vehículos robados, entre ellos coches de alta gama, todoterrenos, motocicletas e incluso máquinas de obra, que luego revendían o bien desguazaban en sus talleres de la ciudad para aprovechar las piezas y montarlas en otros automóviles entre 2012 y 2014. Los dos cabecillas de la banda que traficaba con coches, de 32 y 47 años, manipulaban los bastidores y cambiaban las matrículas para ocultar el origen ilícito de los vehículos. Ambos aceptaron esta semana sendas penas de 15 meses de prisión por receptación y falsedad documental.

El sospechoso más joven es el considerado líder del entramado desarticulado hace pocas semanas por la Guardia Civil que supuestamente comercializaba con turismos de lujo sustraídos como Lamborghini y los exportaba al extranjero. Por esta causa, permanece en prisión provisional. También está implicado en el caso de las sustracciones de vehículos en los depósitos municipales de Palma y Calvià utilizando autos judiciales falsificados de la Audiencia de Balears.

El pasado lunes, el cabecilla fue excarcelado y conducido a los juzgados de Vía Alemania. El joven, junto con el otro acusado, se conformaron con sendas penas de 15 meses de cárcel y medio año de multa con una cuota diaria de seis euros por un delito continuado de receptación en concurso con otro continuado de falsedad en documento oficial. La condena de prisión finalmente se les sustituye por sendas penas de 30 meses de multa a razón de seis euros al día, a la que hay que añadir otro medio año de la multa inicial.

La fiscalía y las defensas alcanzaron un acuerdo previo y la magistrada dictó sentencia 'in voce'. La juez también condenó al resto de implicados, otros cuatro acusados con vínculos familiares con los principales sospechosos, por un delito de encubrimiento. Les impuso sendas penas de tres meses de cárcel que se sustituyen por seis meses de multa con una cuota diaria de seis euros. Entre ellos se encuentran las parejas de los cabecillas, así como el padre y la cuñada de uno de ellos, quienes les daban cobertura para poder realizar la actividad de tráfico de coches robados.

Reparación del daño

La fiscalía apreció en todos los imputados la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y la de reparación parcial del daño, ya que antes de llegar a una conformidad los acusados consignaron de manera conjunta y solidaria la cantidad de 30.000 euros por los daños y perjuicios ocasionados. Además, en el principal encausado, de 32 años, concurre la circunstancia agravante de reincidencia, ya que fue condenado por la Audiencia de Palma por falsedad documental.

Este entramado fue desarticulado en marzo de 2014 por parte de la UDYCO de la Policía Nacional en la denominada 'operación Milla'. Los dos cabecillas de la red, que disponían de talleres en Palma, adquirían vehículos robados de personas desconocidas a sabiendas de su origen ilícito entre enero de 2012 y febrero de 2014. Así, por ejemplo dispusieron de un Volkswagen Touareg, que fue sustraído en un taller en el polígono de Son Bugadelles y que luego fue hallado calcinado en una nave industrial abandonada en la zona de Son Fangos; una minipala cargadora, que fue robada de una obra en la calle Ferrers en el polígono de Son Castelló y luego fue recuperada por la Policía en una finca de sa Casa Blanca; otra máquina minicargadora que desapareció de otra obra en la ciudad y luego fue intervenida en Motril (Granada); un Mercedes SL500; un Skoda Yeti, de una empresa de alquiler de coches; un Jeep Wrangler, que fue robado en Alcúdia; dos motocicletas Yamaha, otra Honda y un Reanult Espace, sustraído en un aparcamiento exterior que luego fue incautado en el taller de uno de los sospechosos.

Todos estos vehículos fueron adquiridos por los dos principales encausados para venderlos nuevamente a través de contratos privados o por Internet, o bien para desmontar sus piezas y colocarlas en otros automóviles en los talleres que tenían abiertos al público, en Palma.

Además, los dos cabecillas, para ocultar la ilícita procedencia de los coches que adquirían, manipulaban los números de bastidor y cambiaban las placas de matrícula. La fiscalía detalla hasta seis vehículos (dos Mercedes, un Jeep, un quad, una moto y una furgoneta Renault Traffic) cuyos componentes identificativos fueron alterados. O bien lijaban los números de bastidor o bien colocaban otras matrículas.

Por último, los dos principales sospechosos contaban con la cobertura de otras cuatro personas allegadas, que eran plenamente conocedoras de las actividades que estos llevaban a cabo. Así, el padre de uno de ellos autorizaba a su hijo a que estacionara los vehículos en una finca en sa Casa Blanca y las parejas de los cabecillas prestaban sus datos de identidad para que fuera simulada su intervención en las operaciones de traspasos o transacciones de los coches. Una de ellas alertaba de los controles de la Guardia Civil.

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