La extrema violencia caracterizaban las acciones de este delincuente. Uno de los atracos más brutales lo perpetró el pasado 5 de noviembre en Pere Garau. Sobre las tres de la madrugada, el asaltante abordó por la espalda a un hombre de 38 años. Acto seguido, le comenzó a propinar golpes en la cabeza con un palo. La víctima cayó al suelo y le quitó la cartera y el teléfono móvil. Un testigo fue tras el agresor y este arrojó el teléfono móvil para conseguir huir. El herido fue atendido en un centro de salud.

Unos días más tarde, el 26 de noviembre, el malhechor reparó en una mujer de 46 años en la calle Francesc Pi i Margall. El atracador la agarró por la espalda y le dio un puñetazo en el estómago. Ante sus gritos, la amenazó con sacar un cuchillo. Tras darle una patada en el vientre le quitó el móvil

Este delincuente contaba en su haber con numerosos antecedentes en los que destacaba por la brutalidad empleada. En su historial se acumulan delitos por robos con violencia, lesiones y agresión sexual. El atracador justificó sus continuas fechorías por su adicción a la cocaína base. El juez no lo dudó y ordenó su ingreso en prisión.