Con empujones contra la pared, propinando puñetazos y patadas, dando golpes en la cabeza con un palo o colocando una navaja en el cuello. De esta manera extremadamente violenta, un atracador, de 22 años y nacionalidad senegalesa, perpetró al menos once asaltos a transeúntes de Palma en los últimos tres meses. Agentes del Grupo de Investigación de la Comisaría de Centro de la Policía Nacional le detuvieron por estos 11 robos con violencia e intimidación. El juez de guardia decretó la tarde del martes su ingreso en prisión.

El delincuente, residente en Son Gotleu, justificó sus fechorías en la adicción a la droga. En concreto, consumía cocaína base y, según su versión, siempre necesitaba dinero con urgencia para costearse las dosis. El atracador desplegó una actividad frenética.

Uno de los primeros atracos de los que se tiene constancia que había protagonizado lo cometió presuntamente sobre las tres de la madrugada del pasado 26 de septiembre. Una joven de 19 años paseaba con una amiga por la calle Manacor cuando un individuo le arrebató el bolso de un tirón.

Unos días después, el 6 de octubre, volvió a las andadas. Sobre las cinco y media de la mañana, abordó a una mujer en la calle Sant Ignasi de Son Gotleu. El atracador agarró el brazo a la víctima mientras hablaba por el móvil. El asaltante le quitó el terminal y ella cayó al suelo.

Apenas dos días después, sobre las ocho de la mañana, el delincuente se fijó en un hombre que hablaba por el móvil en las escaleras mecánicas de la Estación Intermodal. Cuando llegó a su altura, le quitó el teléfono y huyó.

Sobre las cuatro de la madrugada del 11 de octubre, el asaltante abordó a una joven de 27 años mientras paseaba con una amiga por la calle Reyes Católicos mientras sostenía el móvil. A continuación, el malhechor le propinó un fuerte empujón a la víctima contra el capó de un coche que le hizo golpearse fuertemente en la cabeza. El delincuente huyó con un el terminal. La acompañante le dio alcance y golpeó en la cara al ladrón, pero logró escapar.

Dos días después, sobre la medianoche, el sujeto observó a un joven de 20 años con una pierna vendada paseando por la calle Sant Damas de Son Gotleu y con el teléfono en la mano. Sin vacilar, el delincuente se le acercó y le propinó a la víctima una fuerte patada en la pierna lesionada que le hizo caer al suelo. La colaboración ciudadana impidió que se fuera con el botín.

A las siete de la mañana del pasado 16 de octubre, el atracador dio un paso más en su escalada delictiva. Le colocó una navaja en el cuello a una joven en la calle Adrià Ferrà. Acto seguido, la tiró al suelo y huyó con el bolso. El 26 de octubre, a las once de la noche, le robó el móvil a una chica de 23 años en la calle Sant Vicenç Ferrer. Otro tanto hizo al día siguiente en la calle Sant Rafel. De un empujón le quitó a otra víctima el terminal.

Tras las numerosas denuncias presentadas contra él, los investigadores de la Policía Nacional consiguieron detenerle.