El preso británico que denunció torturas por parte de seis funcionarios en el módulo de aislamiento de la cárcel de Palma tenía lesiones compatibles con una agresión, según ha declarado ante el juez el médico que lo atendió el día de los hechos. El facultativo asegura que encontró al recluso medio inconsciente, desnudo y con varias contusiones. Además, se quejaba de haber estado varias horas sin agua.

El caso está siendo investigado por el juzgado de instrucción número 11 de Palma. El denunciante, representado por abogados del Equipo 25.2, es un ciudadano británico que cumple una condena por tráfico de drogas. A finales del pasado mes de julio denunció a seis funcionarios por haberle golpeado cuando estaba castigado en la zona de aislamiento. El preso presentaba contusiones, un hematoma y eritemas en el rostro y la cabeza y fue atendido en el hospital Son Llàtzer.

El pasado lunes, cinco reclusos del centro penitenciario de Palma declararon como testigos ante el magistrado y aseguraron que la víctima fue golpeada por los funcionarios y señalaron que no es un hecho aislado.

Anteayer el juez tomó declaración a dos médicos de la cárcel. Uno de ellos explicó que estaba presente cuando los trabajadores apercibieron al interno por haber roto el cristal de una puerta y negó que en ese momento lo cambiaran de celda. Poco después le llamaron para que fuera corriendo al área de aislamiento para atender al preso. Según afirmó, estaba asustado, desnudo y medio inconsciente, y las lesiones que presentaba eran compatibles con la agresión relatada. Este facultativo le ayudó a vestirse y lo dejó ingresado en la enfermería del centro penitenciaria.

Tanto este médico como la que lo atendió al día siguiente, quien decidió su traslado a Son Llàtzer para descartar lesiones cerebrales, declaró ante el juez que en todo momento achacó las lesiones a una agresión de los funcionarios. Según su criterio, no es un preso que recurra a la autolesión y tras recuperarse de las heridas no quería abandonar la enfermería por miedo a los funcionarios. Por ello, tuvo que ser sometido a atención psicológica y psiquiátrica, según declararon los dos facultativos ante el magistrado.

El centro penitenciario alegó en su día que el interno se resistió a los funcionarios y es muy conflictivo. Esta misma semana, el sindicato UGT ha respaldado la labor de los empleados de la cárcel de Palma, asegurando que se trata de una denuncia falsa y negando que se torture a los reclusos.