Un incendio forestal declarado de madrugada arrasó ayer 8,6 hectáreas de matorral en Cala Tuent, en Escorca. Las fuertes rachas de viento y la orografía, en una zona muy escarpada y de difícil acceso, dificultaron el trabajo del medio centenar de bomberos desplegados. Una docena de turistas estadounidenses fueron desalojados de una casa como medida preventiva, aunque el fuego no llegó a ninguna vivienda. El incendio quedó controlado por la tarde y se preveía que quedara extinguido en las próximas horas.

Fue un pescador que navegaba por la costa próxima a Cala Tuent hacia las seis de la madrugada alertó al servicio de emergencias 112 de un incendio declarado en una zona conocida como la Mola. Efectivos del Institut Balear de la Natura (Ibanat) y los Bombers de Mallorca se movilizaron de inmediato.

El viento, que sopló con rachas de hasta 80 kilómetros por hora, y lo escarpado del terreno dificultaron el trabajo de los equipos de extinción. Su principal preocupación fue que las llamas avanzaran hacia las viviendas cercanas o acabara adentrándose en la zona del Torrent de Pareis. Como medida preventiva, trece turistas estadounidenses que pernoctaban en una casa fueron desalojados a las siete de la mañana, según explicaron los afectados a IB3. El incendio fue declarado de nivel 1 por el riesgo que entrañaba para las viviendas.

Hasta medio centenar de bomberos se desplegaron por la zona. El Ibanat movilizó a 24 efectivos, repartidos en cinco brigadas, dos autobombas, un helicóptero, dos directores técnico de extinción, tres agentes de medio ambiente y una cuba. Los Bombers, por su parte, enviaron varias dotaciones desde los parques de Inca y Sóller. En total, medio centenar de personas trabajaron para sofocar las llamas. Mientras decenas de efectivos trabajaban sobre el terreno, el helicóptero realizó varias descargas sobre las llamas, aunque el viento le obligó a retirarse a lo largo de la mañana.

La situación mejoró con el paso de las horas. La lluvia que empezó a caer contribuyó a que la labor del Ibanat y los Bombers empezara a dar frutos. A las dos y cuarto de la tarde, los técnicos consideraron que ya no existía riesgo para las viviendas de la zona y rebajaron la gravedad al nivel 0. Dos horas después el incendio se dio por controlado.

Según las primeras estimaciones, las llamas habrían arrasado 8,6 hectáreas de matorral, aunque el balance definitivo se realizara una vez quede extinguido por completo. Al anochecer, los efectivos del Ibanat continuaban desplegados por la zona para sofocar completamente el incendio.